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Cómo afecta a la salud el dióxido de titanio en alimentos: especialistas lo explican

Cómo afecta a la salud el dióxido de titanio en alimentos: especialistas lo explican
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Eugenia Revoreda

Director

Editora en Jefe de Directo al Paladar hasta enero 2024  Periodista.  * En los ochenta mundos de mi vuelta al día, se encuentran la curiosidad y las historias recopiladas en distintas travesías. Charlas sobre gastronomía, música y cultura sin las que el alma no puede vivir y la vida sería como si ya no fuera.

Seguramente tienes en tu alacena sopas instantáneas, sustitutos de crema para café, algunas marcas de mazapanes o confitería como huevitos de chocolate y hasta leche baja en grasa, pero ¿sabías que estos productos contienen dióxido de titanio, un aditivo alimenticio que se ha demostrado, puede ser dañino para la salud?.

Cuando uno tiene exposición al dióxido de titanio por vía respiratoria, en grandes cantidades, es decir a través de pinturas, cerámicas, porcelanas y papel, ocasiona daños a las vías respiratorias y al tracto respiratorio. Ante esto, la OMS ha emitido recomendaciones en cuanto a los límites de exposición al dióxido de titanio en lugares de trabajo, pero los efectos al ser consumido en alimentos están menos estudiados, y justamente la evidencia encontrada en los pulmones ha alertado sobre las posibles consecuencias que tendría en el tracto gastrointestinal.

De acuerdo a un reportaje que realizó Global UNAM TV, este aditivo alimenticio no proporciona beneficios a la salud, ni aporta valor nutrimental ya que solamente sirve para mejorar el aspecto de color, sabor y consistencia de algunos ingredientes.

Al respecto, explica la académica e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, Yoranda Irasema Chirino López, en video para Global UNAM TV, sobre el estudio que ella y sus colaboradores realizaron en 2016, en donde se demostró la capacidad del dióxido de titanio grado alimenticio para exacerbar la formación de tumores en ratones, y al año siguiente un grupo de investigadores en Francia divulgó otro efectuado en ratas:

“Los aditivos alimenticios son compuestos que se adicionan a diversos alimentos para mejorar las propiedades físicas de los mismos. Estos no adicionan valor nutrimental, simplemente van a mejorar el aspecto como color, sabor y consistencia”, afirmó Yolanda Irasema Chirino López, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, UNAM.

“Comenzamos nuestra investigación en 2014 y se publicó en 2016. Para realizarlo partimos de esta hipótesis: no es lo mismo que una persona consuma el aditivo E171 cuando está sana que cuando tiene algún proceso inflamatorio en el tracto gastrointestinal o incluso una enfermedad crónica como la colitis”, indicó.

Los resultados no fueron alentadores...

Como Preparar Harina Waffles Esponjosos Crujientes Rapidos Faciles Receta 1 2 El dióxido de titanio no sirve para mejorar el sabor ni aporta nutrientes. Consumirlo en grandes cantidades es dañino para la salud.

En este estudio, los universitarios querían saber si la exposición intragástrica a este aditivo exacerbaba la formación de tumores en ratones con cáncer de colon. “Y efectivamente encontramos que sí lo hacía cuando este cáncer ya estaba presente. Mientras los animales con cáncer de colon tenían cinco tumores, los que consumieron el aditivo E171 durante el desarrollo de la enfermedad llegaron a tener 20”, puntualizó la investigadora Irasema Chirino.

Lo que la OMS dice al respecto de los aditivos alimenticios como el dióxido de titanio

Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los aditivos alimenticios sólo se justifican si satisfacen una necesidad, es decir, si no inducen a error al consumidor y si se emplean con un objetivo definido, como el mantenimiento del valor nutricional del producto.

La universitaria dijo que estos aditivos se han usado desde hace más de cinco décadas, se han modificado e incluso han surgido nuevos conforme avanza la tecnología. El dióxido de titanio o TiO2 es uno de los más usados a nivel mundial, se puede encontrar en las industrias textil, farmacológica, de pinturas y en la alimentaria.

Este aditivo alimentario, indicó, fue aprobado para consumo humano desde 1960 por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y, desde la década de los años 70 por el Codex Alimentarius de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO/WHO) bajo la nomenclatura E171.

Al respecto, la investigadora informó para UNAM Global TV:

“Comenzamos a estudiar el dióxido de titanio grado alimenticio porque con la nanotecnología cambiaron algunas de sus propiedades. Anteriormente el tamaño de la partícula del TiO2 era pequeña, de tal manera que si la inhalábamos podía quedarse en la nariz; pero ahora son diminutas como un virus y puede llegar a zonas más profundas del cuerpo, esto es preocupante porque no sabemos cuánto tiempo permanezca adentro y si sea causante de algún tema importante de salud”, externó.

Más efectos en estado líquido

Otros estudios con TiO2 que se realizaron en el Laboratorio a cargo de la doctora Chirino López indicaron que este aditivo tiene más efectos en estado líquido que en sólido; que los animales que son obesos debido a una dieta alta en grasas presentan alteraciones en el hígado y el consumo del Dióxido de Titanio exacerba ese daño.

“Los científicos creemos que en una persona sana aparentemente no existe alguna alteración al consumir TiO2, pero cuando existe algún padecimiento este podría exacerbarse al consumirlo. Otra preocupación que tenemos es que el aditivo no se elimina fácilmente del cuerpo humano”, advirtió.

Lo que se ha visto a nivel celular, agregó la académica, es que las células de colon retienen el TiO2, no lo eliminan tan fácilmente y eso podría ser más grave si se retiene por largos periodos en los tejidos de quienes lo consumen.

¿Por qué este aditivo no es seguro?

La razón por la cual la Agencia Europa de Seguridad Alimentaria (EFSA) consideró que este aditivo no es seguro para consumo humano es debido a la evidencia de genotoxicidad, es decir, a la evidencia de que el TiO2 induce daño en el ADN. Una de esas evidencias forma parte de las investigaciones realizadas en el grupo de investigación de la doctora Chirino.

“La situación del aditivo en México es distinta a la de Europa, porque aquí las legislaciones a pesar de que obligan a las empresas a marcar sus productos cuando contiene este u otro aditivo, no siempre aparecen explícitamente en las etiquetas, lo cual incumple una de nuestras normas oficiales, la Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA1-201”, aseveró la titular de la Unidad de Biomedicina de la FES Iztacala.

Recomendaciones de la experta

La recomendación es:

  • Mantener un estilo de vida lo más saludable posible, de tal manera que hacer ejercicio, dejar de fumar y optar poco por alimentos procesados ayuden a disminuir algún riesgo por consumo de aditivos.

  • Poco a poco cambiar tu forma de alimentación: dejar de comer alimentos o golosinas como sustitutos de crema para café, dulces confitados y mazapanes y leches bajas en grasa, por mencionar algunos.

  • Aprender a leer las etiquetas y evitar consumir aquellos que tengan dióxido de titanio.

En algunos países, como Francia, se ha prohibido el uso de este ingrediente en alimentos, caso contrario a México, donde su uso grado alimenticio no está regulado y es por eso que lo podemos encontrar en muchos productos que consumimos día a día. Y recuerda: tu salud está en tus manos.

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