En la gastronomía mexicana hay muchísimos platillos que forman parte de nuestra historia personal y que nos remontan a memorias de la infancia, esas recetas de mamá que a veces pensamos que nadie va a poder igualar y uno de ellos son las clásicas tostadas de tinga, con todo el sabor casero y con bastantito chipotle.
La tinga de pollo es un platillo poblano que nos deleita con su intenso sabor y su versatilidad, ya que puede disfrutar como platillo fuerte con un poco de ensalada, en tostadas, en tacos o hasta en cemitas. Lo mejor de todo es que, como gran parte de los platillos de la basta y deliciosa gastronomía poblana, tiene un sabor memorable y representa una gran experiencia en la mesa.
Este platillo tiene diversas variaciones: la clásica preparada con carne deshebrada de pollo o ternera, con mucha cebolla y chipotle, hasta las versiones veganas de tinga de zanahoria o setas que no tienen nada que envidiarle a la receta tradicional. Sin embargo, la más conocida y más famosa, suele ser la tinga de pollo que les compartiremos a continuación.
Se trata de un plato muy, pero muy sencillo y popular del centro del país. Se prepara con carne deshebrada, una salsa preparada a partir de jitomate, chile chipotle, cebolla y ajo. Lo más común es comerla en tostadas acompañada de queso fresco y crema, pero nunca se le hace el feo a unos taquitos de tinga. Sea como sea, prepara este incomparable platillo, joya de la cocina casera.
En una olla ponemos a hervir nuestra pechuga de pollo junto con la hoja de laurel y los jitomates. En cuanto los jitomates estén bien cocidos, los retiramos y dejamos que el pollo se siga cociendo.
Colocamos los jitomates, el ajo y los chiles chipotle en la licuadora y licuamos bien. Si la mezcla queda muy espesa, agregamos un poco del caldo de pollo a nuestra mezcla. Pasamos por un colador y reservamos.
En cuanto el pollo esté cocido lo desmenúzamos y reservamos.
En una olla de tamaño adecuado calentamos un par de cucharadas de aceite vegetal y sofreímos la cebolla, que previamente debimos cortar en una julianas. Dejamos que adquieran un color transparente, pero que no se frían demasiado. Después agregamos el pollo, el caldo de jitomate con chipotle y un poco de caldo de pollo.
Lo dejamos hervir y sazonamos con un poco de sal y pimienta al gusto.
Con qué acompañar la tinga de pollo al chipotle
Las tostadas de tinga son infalibles: puedes acompañarlas con frijoles, un poco de crema y queso. También puedes comerla simplemente en tacos. Nunca falla. También puedes probar esta versión de tinga de pollo en cazuela de tortilla o tal vez estos bocadillos de tinga, perfectos como aperitivo para alguna fiesta o reunión.