Los tamales son uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana. Por ser un platillo típico de la gastronomía tradicional mexicana, los podemos encontrar en puestos en la calle, pero hay veces en las que nos levantamos tarde y ya no alcanzamos tamales de dulce porque volaron desde muy temprano. Para que no te pase, te contamos cómo preparar tamales de dulce —los clásicos, rositas y con pasas— desde casa.
Los tamales de dulce se hacen en muchos estados del país, pero son especialmente populares en el centro de México. Son preparados especialmente para los pequeños de la casa, puesto que su sabor es muy dulce y amigable para su paladar. Pero la verdad es que son tan ricos que hasta los adultos le entramos por montón.
Esta preparación normalmente se prepara con piloncillo rallado o azúcar, colorante rojo y se le agregan pasitas o trozos de fruta y otras especias como la canela. Se envuelven en hojas de maíz y se cuecen al vapor.
¿De dónde viene el peculiar color rosa?
Hace mucho tiempo, su original color se obtenía utilizando grana cochinilla, un colorante natural empleado con fines artesanales y gastronómicos desde la época prehispánica —pero que se popularizó durante el Virreinato para teñir preparaciones culinarias—. Y aunque esa práctica se ha perdido paulatinamente, existen algunas recetas tradicionales y otros productos que siguen empleando este interesante colorante.
Colocamos la mantequilla y el azúcar en un tazón mediano. Con la ayuda de una batidora, batimos por un par de minutos hasta que obtengamos una textura cremosa. Si no tienes batidora, también se puede batir a mano hasta que quede muy cremosito.
En un tazón grande mezclamos la harina, el polvo para hornear y las uvas pasas. Mezclamos muy bien y una vez que queden bien incorporados, comenzamos a agregar el agua tibia** poco a poco.**
Una vez que hayamos incorporado el agua a los ingredientes secos, agregamos las seis gotas de colorante de alimentos rojo. Mezclamos bien hasta que obtengamos un color uniforme: se verá ligeramente rosado. Después agregamos la mantequilla y el azúcar que mezclamos previamente.
Posteriormente, batimos con una pala de madera para incorporar los ingredientes. Recomendamos que tengas paciencia, puesto que para estas alturas la masa ya debe de estár bastante más pesada. La masa estará lista cuando se vea esponjada y cremosa, con una textura similar a un helado. Si la masa todavía se ve demasiado seca, debemos de agregar más agua. La consistencia tiene que quedar muy suave.
Ahora escurrimos las hojas de maíz que remojamos previamente y servimos la masa de maíz en ellas. Debe de repartirse 1/3 de taza sobre cada hoja y envolvemos el tamal.
Colocamos nuestros tamales en posición vertical en una olla vaporera y agregamos una pulgada (o tres dedos) de agua. Lo dejamos cocinar durante una hora a fuego medio. Si has notado que el agua se evaporó, podemos agregar más agua para evitar que se quemen los tamales.
