Perder peso puede ser una meta difícil de alcanzar para muchos, pero más aún lo es el comprometerse a llevar une estilo de saludable que incluya buenos hábitos como el ejercicio regular, una dieta balanceada, reducir el estrés o dormir lo suficiente. Se complica más cuando por todos lados vemos recetas que tienen una pinta muy apetecible, pero que están cargados de calorías o de ingredientes no sanos.
Una de las reglas que mejor funcionan para perder peso es el quemar más calorías de las que consumimos, de tal manera que nuestro organismo haga uso de sus propias fuentes de energía. Para esto, el ejercicio es muy importante, pero también lo es recortar las calorías que consumimos diariamente.
A veces olvidamos que es realmente fácil consumir alimentos altamente calóricos en unos cuentos segundos, pero que quemar esas calorías con actividad física lleva mucho más tiempo, dedicación y energía. De allí que disminuir las calorías que consumimos es una buena idea, siempre que lo hagamos de una forma segura. ¿Cómo hacerlo?
1.Cuidado con el origen de las calorías
En primer lugar, hablemos del origen de las calorías que consumimos. Ésta deben proceder de los macronutrientes saludables: proteína magra, grasas saludables, granos enteros. De nada sirve disminuir nuestras calorías consumidas si lo único de lo que nos alimentados es comida procesada o con azúcares añadidos, puesto que nuestro organismo no estaría obteniendo los nutrientes necesarios para funcionar adecuadamente.
Debemos recordar que el consumo de proteínas magras es esencial para preservar la masa muscular mientras se pierde peso, así como para mantener un buen metabolismo. Por otro lado las grasas saludables y los granos enteros nos ayudarán a mantenernos satisfechos durante más tiempo, lo que tiene como consecuencia una menor cantidad de ataques de hambre y el mantenernos alejados de calorías vacías.
2.Calcula la cantidad diaria de proteínas que necesitas
3.No recortes las calorías muy rápido
Los resultados rápidos y casi milagrosos pueden ser muy tentadores, y usualmente van acompañados de dietas estrictas que pueden ser contraproducentes y que pueden hacer que sea más difícil perder peso o de recuperarlo cuando se vuelva a comer de forma normal.
Por otro lado, si recortamos demasiadas calorías en poco tiempo, podemos llegar a sentirnos débiles, aturdidos o cansados, lo cual nos predispondrá a evitar las actividades físicas. Además, no se recomienda comer menos de 1200 calorías por día, pues por debajo de esa cifra se corre el riesgo de perder masa muscular, alentar el metabolismo y privarnos de los nutrientes que necesitamos para nuestras actividades básicas.
4.Formas de reducir calorías sin mucho esfuerzo
Reducir las cantidades de calorías que consumimos diariamente no tiene por qué requerirnos mucho esfuerzo, pero quizá sí fuerza de voluntad, pues se trata de eliminar el exceso de alimentos no saludables o calorías vacías.
Entre las recomendaciones se incluyen: reemplazar todos los líquidos por agua, cambiar las carnes rojas por carnes blancas como el pollo, el pescado y el pavo, así como agregar a nuestra dieta una buena cantidad de vegetales, tanto cocidos como crudos para lograr quedar más satisfechos aún con menos calorías.
5.La importancia de consultar a un professional
Una de las principales ventajas de tener un nutriólogo, es que éste nos puede ayudar a encontrar el equilibrio de los macronutrientes que necesitamos. Pero además, estaremos seguros de que nuestros cambios en la alimentación no nos afectarán en otros aspectos como lo son el tratamiento de nuestras enfermedades o la efectividad de los medicamentos que tomemos. Después de todo, lo más importante es mantener y mejorar nuestra salud.
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