Cuando pensamos en combatir cucarachas, lo primero que viene a la mente suelen ser aerosoles potentes, trampas con químicos o escenas de horror con vecinos espantados. Pero existe una alternativa mucho más sencilla (y menos tóxica), que suele estar olvidada en la alacena: las hojas secas de laurel.
Sí, el mismo laurel que muchas veces termina decorando sopas sin mayor entusiasmo. Resulta que su aroma fuerte no solo divide opiniones entre cocineros, también incomoda a las cucarachas. Aunque no las elimina directamente, su olor intenso las ahuyenta y hace que piensen dos veces antes de quedarse.
Esto se debe a que el laurel contiene compuestos volátiles con propiedades repelentes, muy parecidos a los aceites esenciales usados en algunos productos naturales contra insectos. La gran ventaja es que no tienes que preparar mezclas raras ni usar guantes: basta con colocar unas cuantas hojas secas en rincones clave de tu casa.
¿Dónde? Puedes distribuirlas detrás del refrigerador, en la alacena, junto a los zoclos o cerca de los desagües. Lo importante es que estén en zonas donde estas plagas suelen aparecer. Y listo: el laurel hace su trabajo sin ruido, sin químicos y sin riesgos para tu familia.

Este truco casero, pasado de generación en generación, cobra relevancia especialmente en temporada de calor y lluvias, cuando las cucarachas salen de sus escondites. Es una solución práctica, accesible y mucho más amigable con el ambiente que cualquier insecticida industrial.
Un escudo verde y silencioso
Miles de hogares en México y en todo el mundo ya conocen este pequeño secreto: el laurel funciona como una especie de barrera natural contra estos visitantes indeseados. No mata, pero incomoda. No contamina, pero protege. Y en la batalla diaria por mantener nuestra cocina libre de bichos, eso ya es una gran victoria.
Así que ya sabes, antes de correr al súper por sprays y trampas pegajosas, voltea a ver ese frasquito de hojas secas que tienes guardado. Tal vez ahí está la solución más simple y efectiva contra las cucarachas: una hoja que no solo adorna el arroz, sino que cuida tu hogar sin hacer alboroto.
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