Poca gente lo sabe: esta es la razón por la cual no debes lavar tus huevos

¿Se deben lavar los huevos antes de guardarlos? Si tu respuesta es sí, quédate a leer, porque después de este artículo podrías cambiar de opinión. Y si no lo haces, también te conviene conocer esta información para que sepas exactamente qué ocurre cuando los frotas con una esponja o les aplicas jabón.

¿Por qué no debes lavar tus huevos?

Cuando una gallina pone un huevo, este sale cubierto por una capa delgada conocida como cutícula o “flor”. Esta barrera natural protege al huevo de bacterias como la Salmonella, ya que sella los poros del cascarón e impide que microorganismos del ambiente entren en contacto con el interior.

Lavar el huevo con agua —especialmente si es caliente o fría— puede remover esta cutícula y facilitar la entrada de bacterias, ya que el cascarón es poroso y puede absorber líquidos junto con cualquier patógeno presente en el entorno.

Las empresas los limpian y recubren. Foto: Pexels

Esto hacen las empresas:

Según explica el creador de contenido Soy Ciencia y Cocina, las empresas comercializadoras de huevo en México sí los lavan antes del empaquetado para eliminar suciedad visible y reducir riesgos. Sin embargo, lo hacen bajo condiciones controladas, y después les aplican un recubrimiento similar a la cutícula natural para protegerlos nuevamente. Esto no puede replicarse en casa.

¿Qué hacer cuando llegas a casa?

En muchos hogares mexicanos, se acostumbra lavar el huevo antes de guardarlo. Esto no es recomendable, ya que al eliminar la capa protectora, el huevo queda más expuesto a contaminantes y enfermedades.

Lo mejor es guardar los huevos tal como vienen del supermercado o mercado. Si alguno está sucio, límpialo suavemente con un paño seco o una servilleta de papel. Solo debes lavarlo con agua justo antes de cocinarlo.

Evita enfermedades y no laves el huevo. Foto: Pexels

Recomendaciones

• No los laves antes de guardarlos.
• Guárdalos en un lugar fresco y seco, preferentemente refrigerados.
• Lávalos únicamente justo antes de usarlos. Así, evitarás riesgos sanitarios innecesarios y conservarás su frescura por más tiempo.

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