De acuerdo con un artículo publicado en la Gaceta UNAM, por el investigador Aarón Fernando González del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, las adulteraciones en los alimentos se han sofisticado, en particular en los quesos, ya que en realidad lo que se vende no está reportado en la etiqueta, lo que constituye un engaño al consumidor.
El especialista afirma que es un tema en el que los consumidores son los más desprotegidos, porque siempre creen fehacientemente lo que los fabricantes ofrecen en la etiqueta de sus productos.
A pesar de esto, Aaron Gonzáles, comenta que aunque las adulteraciones son sofisticadas, hoy en día se han perfeccionado los métodos de análisis para detectarlas.
“Esta es una carrera contra el tiempo, caminan las estrategias que se usan para falsificar los alimentos, pero también los métodos por medio de los cuales podemos detectar esas alteraciones”, comentó el especialista en Ciencias de los Alimentos por el Tecnológico Nacional de México.
Según el experto, esto se debe a que las nuevas generaciones están perdiendo la percepción sensorial de los alimentos, y para dar un ejemplo se refiere al caso de los quesos, este comenta que los quesos elaborados con leche se han sustituido por aquellos a base de otros ingredientes debido al fuerte sabor de aquellos elaborados con leche natural.
"Cuando las nuevas generaciones tienen ante sí un queso auténtico lo rechazan por su sabor fuerte; su perfil sensorial ya cambió y conceptualizan como genuinos a los productos plásticos." afirmó Aaron Fernando Gonzáles.
También recuerda que el queso se encuentra presente en la gastronomía nacional, sin embargo, comenta que actualmente las normas están centradas en la parte industrial y deja desprotegida la producción artesanal que suele crear productos de mejor calidad.
Crédito: Tabitha Mort
Dentro del mismo artículo la profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Katia Yetzani García Maldonado, apunta que México es el cuarto lugar mundial y el primero en todo América Latina en consumir alimentos procesados y ultraprocesados, que según refiere son productos que por lo regular están hechos a base de formulaciones industriales prácticamente sin el alimento natural.
La investigadora aclaró que el etiquetado de advertencia en los alimentos fue una decisión de los organismos internacionales en materia de salud, derivado de la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes en México y el mundo, y que se relaciona con el consumo de dichos alimentos.
"El etiquetado se trata de una herramienta que permite a los consumidores tomar decisiones informadas sobre su alimentación." Katia Yetzani García Maldonado investigadora de la UNAM.
La experta explicó que el etiquetado actual únicamente se aplica a los nutrientes añadidos que se agregan de manera artificial al momento de su elaboración. y no, a los que contiene propiamente el alimento. De acuerdo con ella en el caso de los quesos auténticos, no se requieren de sellos de grasas saturadas, puesto que están elaborados con leche y no se les está añadiendo nada más.
Yetziani comentó que a partir de 2025 se incluirá el perfil nutrimental íntegro de los quesos, el cual diferencia los ingredientes naturales de los que son añadidos para que así el consumidor pueda elegir la mejor opción.
“La razón por lo que se hizo esto es por los riesgos en la salud por el consumo excesivo de ciertos nutrientes críticos como las grasas saturadas y sodio”. comentó la docente.
Crédito: Excelsior
Según el académico de El Colegio de Michoacán, Esteban Barragán López, existen condiciones de competencia desiguales entre los quesos producidos por la industria y los quesos producidos de forma artesanal, ya que, con el etiquetado frontal se intenta controlar la creciente ola de falsificaciones pero, para los productores artesanales este resulta muy caro, debido a que si estos quieren que en las etiquetas aparezcan ciertas características o la información nutrimental tiene un costo de 8 mil pesos y otra cantidad similar por cada modificación de la etiqueta del producto.
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Para finalizar, consideró que la normatividad en general y el etiquetado en particular seguirán siendo dispositivos de exclusión del mercado formal para los quesos artesanales y su lugar estará tomado por los productos de imitación o análogos.
"Con este etiquetado se seguirá engañando al consumidor mientras éste no ejerza su poder y las autoridades no persigan de oficio el delito de inducir a error o confusión sobre la calidad y origen de los alimentos." señaló Esteban Barragán académico de El Colegio de Michoacán.
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Fuentes | Gaceta UNAM |
