El mochi es un postre tradicional japonés que se ha vuelto popular en todo el mundo gracias a su textura elástica y su versatilidad para combinar diferentes sabores. Aunque suele pensarse que su preparación es complicada, lo cierto es que existen versiones rápidas y accesibles que puedes hacer en casa sin necesidad de utensilios especiales.
Una de las combinaciones más deliciosas es el mochi de chocolate con matcha. Esta mezcla aporta el dulzor intenso del cacao y el toque herbal del té verde en polvo, creando un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno. Lo mejor es que solo necesitas 6 ingredientes y 25 minutos para preparar este postre japonés.
La historia del mochi
En Japón, el mochi se prepara tradicionalmente en celebraciones de Año Nuevo, aunque hoy en día se consume durante todo el año. Su textura característica proviene de la harina de arroz glutinoso, que al mezclarse con agua y azúcar se convierte en una masa suave y pegajosa.
Al añadir chocolate y matcha, se logra un sabor único: el chocolate da profundidad y el matcha equilibra con notas ligeramente amargas. Es un postre que se disfruta tanto frío como a temperatura ambiente y que resulta perfecto para acompañar un té o un café de media tarde.

Consejos para perfeccionar tus mochis en casa
Para lograr la textura perfecta, es importante no excederse en la cocción, ya que la masa puede volverse demasiado dura. Para evitarlo, espolvorea suficiente fécula de maíz así la masa no se pegará a las manos ni a la superficie de trabajo. También puedes experimentar rellenando los mochis con crema batida, fruta fresca o trocitos de brownie, dándoles un toque más creativo.
Lo mejor es que los mochis se conservan en refrigeración por un par de días, aunque siempre es preferible consumirlos frescos. Así podrás disfrutar un mochi casero con el sabor justo y la textura suave que lo caracteriza.
El contraste entre el cacao y el matcha crea un equilibrio perfecto que encantará a quienes buscan algo diferente. El mochi de chocolate con matcha es ideal para consentirte en casa, compartir con amigos o sorprender en una reunión. Una receta rápida, económica y deliciosa que lleva la tradición oriental a tu mesa con un giro gracias al matcha.

- En un tazón mezcla la harina de arroz, el agua y el azúcar hasta obtener una masa homogénea.
- Separa la mezcla en dos partes: a una añade el cacao y a la otra el matcha.
- Cocina cada mezcla en el microondas (tapada con plástico) en intervalos de 1 minuto, revolviendo, hasta que la masa esté firme y elástica.
- Deja enfriar ligeramente y espolvorea fécula de maíz sobre una superficie limpia.
- Forma pequeñas bolitas o discos con cada masa. Puedes rellenarlos con un poco de chocolate derretido para un extra de sabor.
- Deja reposar unos minutos y sirve.
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