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Ideas para usar un pollo rostizado en la preparación de tus comidas

Ideas para usar un pollo rostizado en la preparación de tus comidas
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En nuestro México tenemos una gran cantidad de opciones cuando se trata de comida rápida o de comida para llevar. Quizá los más socorridos son los tacos y otros antojitos mexicanos como son las quesadillas, los tlacoyos, las memelas, los tamales, las tortas, las cemitas poblanas, los molotes, las tostadas, los panbazos, las gorditas, los huaraches y la lista sigue y sigue, sin olvidarnos de los clásicos americanos: hamburguesas, hot dogs y pizza.

Pero en las calles de nuestro México es fácil encontrar muchas rosticerías, donde se vende una comida de conveniencia de la que poco se habla: el pollo rostizado. Lo más común es que compremos el paquete que incluye además de un pollo entero, arroz, tortillas y salsa.

Es sin duda una de las opciones más socorridas y saludables cuando no nos ha dado tiempo de cocinar o tenemos invitados inesperados a la mesa. Pero lo cierto es que al pollo rostizado podemos sacarle más provecho, usándolo como base o ingrediente para darle vida a otros platillos, ahorrándonos así un valioso tiempo en la cocina y dándoles un sabor más intenso. Es sin duda, una de las más económicas y deliciosas formas de añadir proteína a un plato.

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Como seleccionar un pollo rostizado

Pollo Rostizado 2

Lo primero que debemos de tener en consideración es el hacernos de una pieza de pollo realmente jugosa y tierna, pues estas características son las que le darán gran sabor a nuestra comida. Una de las formas más fáciles de escogerlo es pesándolo, pues un peso mayor usualmente significa que sus jugos no se han evaporado. Por el contrario, un pollo rostizado de peso menor y similar tamaño, será indicativo de que ha estado en el rostizador durante todo el día y estará más seco.

También hay que buscar el que mejor luzca, algo que si bien es de sentido común, muchos omiten. Hay que tener en cuenta que a medida que los jugos dejan la carne, la piel del pollo comienza a secarse y decolorarse. Por ello lo mejor es seleccionar aquel que tenga un tono dorado uniforme con la piel tensa.

Por otro lado, para poder aprovecharlo mejor al hacer otras comidas como ensaladas o caldos, lo mejor es seleccionar aquellos que no hayan sido sazonados con otros ingredientes como son salsa barbecue o finas hierbas. Es preferible que seamos nosotros quienes lo sazonemos.

Ideas para usar un pollo rostizado

Pollo Rostizado

Comenzaremos con las ensaladas, ya sea que usemos la parte correspondiente a la pechuga del pollo para rebanarlo, o bien desmenuzando cualquiera de sus partes. Pocos ingredientes necesitaremos para conseguir una ensalada rica y nutritiva a parte del pollo: hojas verdes, aguacate, crotones o garbanzos y un buen aderezo o vinagreta. Otra buena idea es preparar una ensalada con el pollo, unos duraznos rebanados, apio y queso azul; o bien una clásica ensalada de pollo con manzana y apio.

Los caldos y las sopas también son una buena idea para utilizar un pollo rostizado o lo que nos ha quedado de él: una sopa de tortilla, una sopa con verduras, una sopa con lentejas o un caldo de frijoles pintos. Y no nos olvidemos del tradicional arroz caldoso.

Otra opción es utilizar el pollo para preparar el relleno de unos sencillos tacos o de unas enchiladas. Si es para la cena, unas quesadillas de champiñones y pollo son una gran opción. O si tenemos en la nevera masa para pizza, no necesitaremos más que añadir una salsa de tomate y queso para tenerla completa. Desde luego, no podemos olvidarnos de usarlo para rellenar tortas o sándwiches, lo mismo que para preparar clásicos como calabacitas o pimientos rellenos o unos burritos con frijoles negros y salsa picante.

Una de las mejores formas de hacer rendir un pollo rostizado es preparándolo con pasta. Una manera deliciosa es colocar en un refractario la pasta de nuestra elección (ya cocida) con el pollo desmenuzado, unas hortalizas como son las espinacas, las acelgas o la kale, una buena salsa de jitomate o de queso, o una bechamel, cubrir con queso y hornear hasta que este último esté dorado. Si tenemos antojo de lasaña, con una bechamel, el pollo rostizado y un poco de queso tendremos suficiente.

Si particularmente nos gusta la comida oriental, podemos preparar rápidamente un salteado de pollo con chícharos chinos, brócoli y salsa de soya, unos noodles con cacahuate y aceite de sésamo o un arroz frito.

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