El otoño es una de las estaciones más cálidas y acogedoras para decorar el hogar. Si quieres darle un giro tu, no necesitas gastar mucho para lograr un centro de mesa único, pues solo basta con reutilizar objetos y materiales que ya tienes para transformarlos en un centro de mesa ideal para el otoño.
Transformar objetos cotidianos en decoración de temporada no solo es económico, sino que también le da a tu hogar un toque más personal y auténtico, sin tirar los elementos con los que ya cuentas.
Cómo transformar lo que ya tienes en casa en un centro de mesa
Si quieres renovar tu casa esta temporada, aquí tienes una** guía con ideas, pasos y sugerencias** para lograr un centro de mesa otoñal espectacular con lo que ya tienes en tu hogar:
- Frutas y verduras de temporada: Compra calabazas, manzanas, peras o granadas pueden convertirse en protagonistas. Colócalas en un bowl de barro, una canasta de mimbre o un plato grande.
- Velas y portavelas reciclados: usa frascos de vidrio o botellas cortadas como portavelas. Puedes rodearlos de hojas secas o ramitas de canela para dar aroma.
- Textiles que ya tengas: un camino de mesa de lino, servilleta tejida en tonos tierra o incluso un rebozo de tela pueden servir de base para dar textura.
- Cajitas de madera o huacales: Usa una caja de madera rústica o un mini-huacal invertido para dar altura a un extremo del centro de mesa. Aporta una textura de madera natural que es esencial en la decoración otoñal rústica.

- Jarras y botellas de cristal: Usa botellas de vino vacías o jarras de agua. Límpialas bien y úsalas como floreros improvisados. Si tienes spray de pintura negro o dorado, puedes pintarlas para darles un aspecto más elegante.
- Floreros de vidrio soplado: Si tienes un florero o vasos de vidrio soplado, rellénalos con semillas (maíz o frijol) y coloca una vela de pilar dentro. El cristal artesanal le da un glamour especial a la luz de la vela.
- Tarros de cristal (Mason Jars): Rellénalos con granos de café, maíz seco, lentejas o nueces, e introduce una vela pequeña dentro.
- Naturaleza al alcance: Recolecta ramas secas, hojas de colores o piñas de pino recolectadas en un parque aportan volumen y un aire rústico.

- Cempasúchil: Utiliza las cabezas enteras de la flor de cempasúchil (fresca o seca) para rellenar cuencos de barro o esparcirlas sobre el camino de mesa. Si usas las ramas con tallo, colócalas en las jarras de barro negro para un contraste espectacular.
- Pata de León (Celosía): Úsala en ramilletes secos o frescos para aportar una textura suave y una altura media a tu centro de mesa. El color rojo oscuro combina perfectamente con los chiles secos y las nueces.
- Crisantemos: Utiliza ramilletes pequeños o individuales colocados en vasitos de vidrio soplado. Sus pétalos abundantes y su resistencia las hacen perfectas para mantener el arreglo fresco por más tiempo.

- Bandeja de madera o bambú: Sirve como plataforma unificadora. Deja que la madera aporte el tono cálido natural. Delimita el centro de mesa y le da una sensación rústica instantánea.
- Caminos de mesa o manteles individuales: Usa caminos de lino o yute, o incluso una bufanda de cuadros (tartán) en tonos café, naranja o beige. Añade una capa de textura suave y colores otoñales sin necesidad de comprar tela.
- Libros antiguos o con cubierta Rústica: Apila 2 o 3 libros para crear una base de soporte en un extremo del centro de mesa. Aportan altura y un toque intelectual, además de un color neutro y desgastado que va con la estación.
- Calaveritas de azúcar o barro (opcional): Si tu decoración se extiende a Día de Muertos, incorpora mini-calaveritas de barro o azúcar como acentos en los extremos.

Imagen/ Directo al Paladar / Gemini
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