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Guía de cantinas CDMX: cinco buenas, bonitas y baratas para conocer

Guía de cantinas CDMX: cinco buenas, bonitas y baratas para conocer
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Inauguramos esta sección para que en tus jueves falte todo, menos una noción de dónde puedes ir a tomar unos tragos, comer y pasarla bien con tus amigos. O solo con una rocola, como prefieras.

París
Foto cortesía de Salón París.

Nos hemos comprometido en cuerpo y alma con la ardua tarea de mapear la Ciudad de México, con tal de que tú estés al día con las mejores cantinas. La selección que te haremos semanalmente va firmada a título personal, así que para comprobar lo que te recomendemos tendrás que sacrificarte y, ni modo, ir tú también.

Desde Directo al Paladar México, deseamos que disfrutes este viaje tanto como nosotros, y que lo hagas con un tarro de cerveza en mano.

¡Salucita de la buena!

Cantina Salón París

París
Foto cortesía de Cantina Salón París.

Es una clásica del centro de la Santa María la Ribera. El lugar nació en los sesentas y aún conserva su aire de antaño. Ahí lo más socorrido son los caballitos de tequila y el caldo de camarón, chamorro o las patitas de cerdo. Los meseros suelen ser muy rápidos, así que todo lo que ordenes llega en cuestión de minutos.

En La París, como la llaman de cariño quienes ya la conocen, reina un ambiente de camaradería, hasta familiar si se trata de un fin de semana. La visitan mucho quienes viven en la colonia. No obstante, ya tiene clientes de años que van por una chela, así tengan que cruzar toda la ciudad.

Si vas, seguro los meseros te cuentan la leyenda que repiten una y otra vez: según ellos, La París fue uno de los primeros lugares donde cantó en público José Alfredo Jiménez.

Dónde: Jaime Torres Bodet 152, Santa María La Ribera. Cheque promedio: $150 pesos.

La Jalisciense

Cantina La Jaliscience
Foto cortesía de Planeta Tlalpan.

Un sitio setentero en el centro de Tlalpan, que en sólo 10 mesas reúne a los nostálgicos que se sientan a platicar, jugar dominó o sólo brindar. Es común que en La Jalisciense lleguen a tocar tríos de bohemia, o hasta mariachis. El lugar nunca está silencioso.

Quienes la conocen bien, saben que sus tortas son la estrella de la casa. Especialmente, la de marlín y la de pierna. Recomendamos también las cubas. Sí, así como lo lees. Es raro que alguien te sugiera lo especial de este trago clásico y cumplidor, pero por alguna razón en este sitio las hacen especialmente buenas.

Si tienes oportunidad, acércate a hablar con quien esté detrás de la barra. Quienes atienden siempre tienen un montón de historias de cuando el escritor y poeta Renato Leduc iba a beber ahí.

Dónde: Plaza de la Constitución 6, Tlalpan Centro. Cheque promedio: $150 pesos.

La Villa de Sarria

Villa
Foto cortesía de la Villa de Sarria.

Es una cantina de barrio, aunque esté en una de las zonas más gentrificadas de la ciudad: la colonia Roma. Según cuentan sus dueños, Martín y Alejandro, data de 1937 e inicialmente le pertenecía a un español que apenas pisó la CDMX, se enamoró de ella.

El lugar es diminuto. Tiene sólo cinco mesas y una rocola enorme (y apenas remasterizada) donde por cinco pesos puedes escuchar canciones de un repertorio amplísimo; lo mismo de Pedro Infante, que de Los Panchos o J Balvin.

La cocina del lugar es abierta y todos los días tiene menú diferente. Sus quesadillas doradas son icónicas. Es la única de la colonia en donde aplica el concepto tradicional de botana gratis, a cambio del consumo. La gente que atiende es muy amable y el ambiente (especialmente si hay partidos de futbol) que se arma es como de amigos que se conocen de toda la vida.

Dónde: Eje 2 Poniente 254, Roma Sur. Cheque promedio: $150 pesos.

El Sella

El sella
Foto cortesía de El Sella.

Enclavada en la colonia Doctores, esta cantina está reconocida por tener uno de los mejores chamorros botaneros de la ciudad. No necesita rocola. El ambiente lo ponen solitos los comensales. Van muchos españoles, porque el fundador del lugar es de allá, y por lo mismo la carta de comida tiene varias opciones con recetas traídas de la península ibérica. Puedes encontrar paellas, tapitas con anchoas, pulpos a la gallega chorizo a la sidra.

A la hora de la comida van muchos oficinistas, pero apenas dan las 6 de la tarde, empiezan a llegar los que ya salieron de trabajar y buscan unos tarros helados de lo que sea. El Sella es punto de reunión de boleros, carpinteros, trovadores y todos aquellos que disfrutan del ambiente de la colonia. Sin duda, un lugar que tiene que conocer cualquier amante de los jaiboles, los whiskys en las rocas y las cantinas tradicionales y botaneras.

Dónde: Doctor Balmis 210, colonia Cuauhtémoc. Cheque promedio: $200 pesos.

El Tío Pepe

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Foto cortesía de Cantina Tio Pepe.

Otra infaltable, pero del Centro Histórico. Este punto de encuentro de oficinistas, artistas, transeúntes casuales y, ahora, mucha gente joven, existe desde 1875 y recibe a todos con una barra enorme, detrás de la que hay un espejo de las mismas dimensiones. Desde ahí se ve todo.

En El Tío Pepe se bebe mejor que como se come. Sus opciones de la carta se reducen a tortas, chilaquiles, chicharrones y cacahuates. No obstantes, sus tragos son variados y están bien servidos. Los vodka tonics, gins y cocteles con mezcal y sal de gusano son los más pedidos. La cerveza es muy barata y, por las tardes, siempre hay un señor de bigote que se cuela y canta acompañado de una guitarra.

Dónde: Avenida Independencia 26, Colonia Centro. Cheque promedio: $200 pesos.

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