Si este año quieres servir un plato reconfortante, vistoso y económico en tu cena navideña, una crema de pimiento rostizado es la mejor opción para abrir el menú. Su sabor ligeramente dulce, la textura aterciopelada y el color rojo intenso la convierten en una entrada elegante que luce mucho más sofisticada de lo que realmente cuesta.
Además, es una receta muy rendidora: con ingredientes accesibles puedes preparar hasta 10 porciones sin complicarte. Lo mejor es que se puede dejar lista con anticipación, recalentar sin perder textura y acompañar con crutones, queso o crema batida para darle un toque más festivo.
El secreto está en el pimiento bien rostizado
El pimiento rojo adquiere un sabor profundo y ligeramente ahumado cuando se asa directamente al fuego o al horno. Esa caramelización natural es la base de esta crema, pues aporta notas dulces sin necesidad de agregar azúcar. Entre mejor quede el rostizado, más intensa y sabrosa será la preparación.
Si tienes invitados numerosos, esta crema es una excelente manera de servir algo elegante sin disparar el presupuesto. Los pimientos, cebolla y caldo de pollo suelen ser ingredientes económicos, y el uso de crema y leche evaporada ayuda a obtener una textura cremosa sin gastar demasiado.
Pimiento rojo rostizado. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
Cómo lograr una consistencia sedosa
La clave para que tu crema quede tersa es licuar muy bien los pimientos y después pasarlos por un colador fino. También puedes usar una licuadora de alta potencia o incluso una batidora de inmersión si prefieres ahorrar tiempo. Finalizar con un poco de crema para batir o mantequilla hace que todo se integre con un acabado brillante y apetitoso.
Puedes servirla tal cual o decorar con un remolino de crema, perejil picado, queso de cabra o incluso un toque de paprika ahumada. También funciona muy bien con picatostes caseros o trocitos de tocino dorado si buscas un contraste crujiente. Es una crema que admite cambios y que se adapta a los gustos de tus invitados.
Crema de pimiento rojo. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
- Coloca los pimientos directamente sobre la flama o en el horno a máxima temperatura hasta que la piel se ennegrezca por completo.
- Mételos en una bolsa o cúbrelos con un trapo por 10 minutos para que suden.
- Retira la piel, semillas y venas; reserva la pulpa.
- En una olla grande, calienta la mantequilla con el aceite y sofríe la cebolla hasta que se vea transparente.
- Agrega el ajo y cuece por 1 minuto.
- Incorpora los pimientos y mezcla bien.
- Vierte el caldo y cocina por 15 minutos.
- Licúa hasta obtener una mezcla tersa.
- Regresa a la olla, añade la leche evaporada y la crema para batir.
- Ajusta sazón con sal y pimienta y cocina 5 minutos más.
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Imágenes: Directo al paladar, creada por inteligencia artificial Gemini
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