Las articulaciones son súper importantes, ya que gracias a ella nos podemos mover y realizar diferentes actividades. Sin embargo, si no las cuidamos adecuadamente, pueden ser susceptibles al desgaste, al daño y a la artritis. Por eso es fundamental cuidarlas para maximizar su uso y funcionalidad durante mucho tiempo. Aquí encontrar seis formas de proteger nuestras articulaciones.
- Gana músculo. No es posible tener articulaciones fuertes sin tener músculos que las respalden. Los músculos y los tejidos conectivos, que rodean las articulaciones, proporcionan apoyo, estabilidad y orientación a través de la amplitud de movimiento. Además, al realizar ejercicios de peso, los huesos se hacen más fuertes para poder soportar esas cargas. Huesos más fuertes equivalen a menos problemas en las articulaciones.
- En el trabajo, pon atención en tu postura. Tu silla no debe de ser estar demasiado baja, para proteger tus rodillas y tu cadera, debe de estar a una posición en la que no te tengas que inclinar mucho para sentarte y pararte. Ya sea que estés de pie o en un escritorio, asegúrate de que no te encorvas al escribir o trabajar. Tus codos y antebrazos deben de tener un soporte confortable, y tus muslos deben de estar paralelo al piso. Es bueno tener las rodillas ligeramente más altas que la cadera, para esto puedes usar un banco o una barra. Tu espalda debe de tocar el respaldo de la silla.
- Encuentra el equilibrio perfecto. No debes de poner demasiada presión en las articulaciones, pero tampoco es bueno subutilizarlas. Busca un equilibro entre el movimiento y el reposo. Si las utilizas en exceso, sin dejarlas descansar, las llevara a sus límites, y lo mismo pasa si las dejas en reposo por demasiado tiempo. Si estas sentado gran parte de tu día, muévete de vez en cuando, lo recomendable es pararte cada hora y realizar algo de movimiento.
- Relájate. Tomate un baño caliente, el calor ayuda a aliviar y relajar los músculos y las articulaciones. Disfruta de un masaje, te ayudara a reducir el malestar y a relajar los músculos.
- Utiliza las articulaciones grandes. Cuando se trate de un trabajo físico, deja que las articulaciones más grandes hagan el trabajo. Por ejemplo, para cargar una bolsa de súper, si tiene una correa larga, es mejor engancharla en el antebrazo en lugar de agarrarla con los dedos de la mano. Trata de cargar manteniendo el peso lo más cercano al cuerpo, en lugar de sostenerlo a unos centímetros. Para levantar algo del suelo, agáchate usando las caderas y las rodillas para proteger las vértebras de la columna vertebral. Si una puerta necesita que la empujes para abrirla, hazlo con un hombro o con la cadera. Utiliza tu pie o tus pompas para cerrar la puerta del refrigerador o un cajón de ropa. Si no puedes usar las articulaciones más grandes, utiliza herramientas o algún tipo de instrumento.
- Come saludablemente. Tu peso corporal juega un papel súper importante en la salud de tus articulaciones, entre menos peses, menos es el estrés al que sometes a tus articulaciones. Cuando bajas unas escaleras, tus rodillas absorben una fuerza hasta 5 veces tu peso corporal. Para reducir la inflamación de las articulaciones, lo ideal es consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, como pescados y nueces. Para prevenir y reducir la pérdida ósea, consume alimentos ricos en calcio como brócoli y espinacas, recuerda que para una correcta absorción de calcio, es importante la vitamina D, que tu cuerpo la produce al estar expuesto a la luz del sol. También puedes consumir suplementos nutricionales como glucosamina.
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