Comer es un placer, pero cuando se come de más o se come como un refugio para evitar las presiones de la vida, es decir cuándo estamos cansados, tristes o estresados puede llegar a ser un problema de salud que podría acarrear algunos otros más graves.
Nada más abra que recordar algunos de los filmes más taquilleros de los años 2000, por ejemplo en los chick flicks o novelas rosas del Diario de Bridget Jones, recordaremos como este carismático personaje se atascaba de helado cada vez que sufría un desamor, y, esta escena se repite en múltiples filmes en los que el personaje pasa por un momento de estrés, ya sea helado, pastelitos rellenos de crema, como en las películas Click de Adam Sandler o en Zombieland de Ruben Fleischer.
¿Por qué comemos cuando tenemos ansiedad?
Según los expertos, la ansiedad es una emoción natural, esta es experimentada como algo desagradable y negativo que surge en una situación ante la que la persona percibe una amenaza, es por esto que buscamos refugio en la comida o en cualquier otra situación que cambie nuestro estado de ánimo y nos produzca placer instantáneo.
Isabel Campos Del Portillo, dietista-nutricionista del Centro Médico Quirónsalud Toledo, en España, a travez de su blog Alimentación Emocional, indica que el mero acto de comer produce un aumento de dopamina de forma normal, pero comer, o incluso pensar en alimentos ricos en azúcar, dulces o edulcorados, con harinas refinadas, grasas, sal o con otros potenciadores del sabor, produce un aumento exagerado del neurotransmisor del placer.
"sentir placer por lo que comemos es normal, si bien advierte de que lo preocupante es cuando esas emociones toman el control de nuestra alimentación y muchas veces motivadas por nuestra situación de ansiedad", Isabel Campos Del Portillo.
Comer por ansiedad ayuda a distraernos de nuestras emociones, no es que dejemos de sentirlas, sino que las estamos ignorando o tapando por un momento, y, cuando hacemos esto es cuando podemos empezar a ver la comida como una solución y no como algo realmente agradable lo que puede causarnos desórdenes alimenticios.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Aunque en un principio esto no esta del todo mal, si no se tiene control las cosas pueden tornarse en un problema de salud grave, ya que puede llegarnos a ocasionar sobre peso y muchas otras enfermedades crónicas que van acompañadas de una mala alimentación y una sobre ingesta de alimentos.
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Es por esta razón los expertos recomiendan tomar conciencia sobre lo que comemos, hacernos preguntas antes de satisfacer nuestras ganas de comer para que deje de ser una acción automática y realmente pensar si necesitamos comer en ese momento.
"Ser consciente de esto puede ayudar a gestionar adecuadamente esos momentos de ‘ansiedad por la comida’, o a que comas con más paz contigo mismo, si te das permiso para comer. Pensar si, a la hora de realizar ese tentempié realmente lo que tenemos es hambre, necesitamos fisiológicamente comer, o es más bien un acto que necesitamos para calmar nuestra ansiedad", explica la especialista.
Lo más importante, recalcan, es que intentes lidiar con el verdadero problema, lo que nos causó el estrés y la ansiedad en primer lugar, pero esto es un proceso, por lo que recomiendan siempre consultar con un experto en la materia para ayudarnos, ya que si lo hacemos de golpe solo va a causar que nos de más ansiedad y que queramos comer más.
Fotos | Pexels |
Fuentes | Medical News Today | EFE salud | GQ |