La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la tasa de cesáreas se debe situar entre el 10 y el 15% de todos los nacimientos, datos que difieren bastante de la realidad en nuestro país. La Secretaría de Salud de México estima que en el 2012, el 45% por ciento de todos los nacimientos en México, se hicieron por cesárea, con diferencias considerables en los diferentes sectores de salud. El porcentaje de cesáreas en los hospitales del IMSS se estima en 43%, en los del ISSSTE en 68%, en los de la Secretaría de Salud en 38%, y en los hospitales privados el 70%.
Poniendo como antecedente estos datos, es importante que como mexicanos, y sobre todo como mujeres mexicanas, nos informemos sobre el parto humanizado. Hace una semana me invitaron a la conferencia “Parto Humanizado, Tú decides”, organizada por Mamá Natural, e impartida por el Dr. Gilberto Ramírez, especialista en Ginecología y Obstetricia, y por el pediatra, el Dr. Horacio Reyes.
¿Por qué en México tenemos índices tan altos de cesáreas?
La cesárea debe de ser considera como una herramienta cuando el parto vaginal es un riesgo para la madre o para el bebé, por ejemplo en un parto prolongado, sufrimiento fetal, una presentación anómala del bebé, trillizos, cardiopatía, entre otros. Los especialistas afirman que la principal causa es la falta de información de las mujeres. Además es un fenómeno cultural, los propios médicos fomentan las cesáreas, probablemente por cuestiones de tiempo y consultas.
La mayoría de las mujeres estamos preparadas para un parto, sin embargo, la cultura en la que vivimos nos hace dudar de nuestras capacidades. Muchas mujeres, desde el principio de su embarazo, escuchan que el médico les dice “Vamos a ver si puedes tener un parto natural”, escuchan historias terroríficas que le pasaron a la amiga de la prima, o frases como “Para que sufres, mejor escoge una cesárea”.
Pero es muy importante que la mujer se involucre, y se informe, desde el inicio de su embarazo, como dice el Dr. Ramírez “En un parto, la mamá debe de ser la que manda, el doctor debe estar presente como un apoyo”. Y aunque vivimos en un mundo con prisa, donde todo se quiere obtener al instante, el tener un hijo no debería de incluirse en esa lista de deseos inmediatos. Rescatando otra frase del Dr. Ramírez “El arte de la obstetricia, es la paciencia”.
¿Por qué es tan importante el parto vaginal?
Existen muchos factores por los que el parto vaginal se considera como la forma ideal para dar a luz. El más obvio, aunque poco practicado, es porque es la forma natural, anatómica y fisiológica, en la que las mujeres están diseñadas para tener a sus hijos.
El Dr. Reyes asegura que un parto vaginal tiene múltiples beneficios para el bebé. Cuando el bebé se encuentra en el útero materno, vive en un ambiente estéril, hasta que se rompe la membrana placentaria y empieza el trabajo de parto. Cuando el bebé pasa por el canal del parto, la microbiota de la vagina de la madre coloniza al bebé, brindándole una protección contra infecciones y mejorando su sistema inmunológico, además de que ayuda a estabilizar la flora intestinal del recién nacido.
Además ahora se habla de la “Hora dorada” o “Hora sagrada”, donde es súper importante que inmediatamente después de nacer, el bebé sea colocado junto a la madre, y tenga contacto piel a piel. Entre los efectos positivos que se atribuyen a esta práctica, se encuentra una mejor estabilidad en la respiración, presión arterial y oxigenación del bebé, se reduce la hormona del estrés, y se libera oxitocina, que promueve la lactancia materna y el vínculo afectivo.
La lactancia, otro factor clave en el que México está muy atrasado
Se sabe que las madres que tienen un parto por cesárea, tienen menor probabilidad de amamantar a sus bebés. Se estima que en México, solamente el 14.4% de las madres, amamantan a sus hijos. Datos impactantes cuando se sabe de lo múltiples beneficios para el bebé que recibe leche materna, como la reducción en el número de casos del síndrome de muerte súbita del lactante, diabetes, obesidad y asma. Además, las mamás que amamantan reducen su riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, además de que ayuda a la recuperación posparto y a fortalecer los huesos.
La OMS recomienda que la alimentación durante los primeros seis meses de vida de los bebés, sea exclusivamente con leche materna, y que este alimento esté presente hasta los dos años de vida del bebé. Para promover la lactancia materna en México, la Secretaría de Salud realizó modificaciones al Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, donde principalmente se prohíbe la promoción de fórmulas infantiles dentro de los hospitales, especialmente en el área de cuneros. De la misma forma, ya no se podrán regalar muestras gratuitas de fórmulas infantiles.
Otro de los factores que desmotivan la lactancia materna en México, es la falta de apoyo en las empresas mexicanas, y la falta de lactarios en las oficinas. La Ley Federal del Trabajo, estipula que en el período de lactancia, las mujeres tienen derecho a dos reposos extraordinarios por día, de una hora cada uno, para amamantar a sus hijos o extraer la leche, en un lugar adecuado e higiénico designado por la empresa. Aunque está en la Ley ¿realmente se pone en práctica?
¿Qué podemos hacer para revertir esta tendencia?
Lo más importante es informarnos sobre las diferentes opciones de partos. Siempre que les digan que es necesario una intervención por cesárea, busquen una segunda opinión. Es muy importante cuestionar y leer sobre el tema.
Otra cosa súper importante que las mujeres escojan a un médico, y a un hospital, que promueva el parto vaginal. A nivel mundial existe una iniciativa llamada “Hospital amigo del niño y de la niña”, que promueve el parto humanizado y la lactancia, dentro de los hospitales. Aunque en México contamos con más de 4,900 hospitales, tanto en el sector público como en el privado, solamente 81 hospitales están afiliados a la iniciativa de “Hospital amigo del niño y de la niña”.
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