El chorizo vegano es uno de los embutidos vegetales más sencillos para preparar en casa y, de hecho, al prepararlo al gusto y preferencia de cada uno podemos lograr una versión mucho más sabrosa de la que se consigue en supermercados. Es una opción ideal para las personas que por salud o por convicción han dejado de comer embutidos y carnes procesadas. Esta es una forma bastante prolija de sustituirlos.
Al igual que para preparar hamburguesas vegetales o salchichas veganas, para hacer un chorizo vegetal tenemos que escoger cuidadosamente los ingredientes que promuevan la textura y el sabor característico del producto al que se quiere imitar en su versión vegana.
El elemento central de esta receta es el pimentón aumado, ya que este será el que le de el sabor y color rojo característico. También se puede mezclar con otras especias —en menor medida— para formar un buen bouquet de aromas y sabores. El secreto aquí está en experimentar un poco: hay recetas en las que incluso agregan vino tinto para darle un mayor cuerpo al chorizo y otras tantas que agregan un poco de arroz cocido para simular la 'grasita' propia de este tipo de embutidos.
Se trata de una receta bastante flexible y puede variar dependiendo de los gustos de cada quien: puedes preparar un chorizo picante, o tal vez un poco más dulce y aromático. Se puede ajustar la cantidad de especias para conseguir el tipo de chorizo que desees.
Hay muchas recetas de chorizo vegetal, pero todas coinciden en que los ingredientes base son el pimentón y tomates asados para conseguir un color y una textura similar al chorizo que estamos acostumbrados a consumir.
Sin más por decir, te compartimos una receta base para que experimentes preparando tu propio chorizo casero, pero te recordamos que tienes total libertad para agregar especias y proteínas vegetales que gustes para crear tu propia versión.
Comenzamos remojando los jitomates secos en un poco de agua hirviendo hasta que estén tiernos. Una vez que se hayan hidratado lo suficiente, tiramos el agua y los trituramos en la licuadora o con un procesador de alimentos.
Una vez que esté bien triturado, agregamos el resto de los ingredientes —a excepción del arroz cocido— a la licuadora. Licuamos hasta que se integren bien todos los ingredientes. Debe de formarse una masa compacta, muy similar a la plastilina. No debe de estar pegajosa.
Vertimos en un bowl y añadimos el arroz. Mezclamos con un tenedor o una pala hasta que todo quede bien integrado.
Cortamos cinco trozos de papel encerado para horno de unos 20 cm aproximadamente.
Formamos una bola de masa (de 150g) y la hacemos rodar sobre el papel de horno hasta que adquiera forma cilíndrica. La enrollamos en el papel, compactando muy bien con ambas manos y retorcemos los extremos para cerrar nuestro embutido, como si fuera un caramelo.
Ten cuidado de no ensuciar, porque el pimentón puede manchar el área de trabajo. Al cerrarlo, recuerda amarrar un trozo de hilo a cada borde para que no se desate nuestro chorizo y mantenga la forma.
Después, colocamos una olla con poca agua y la dejamos hervir. Pon una vaporera y coloca los chorizos sobre ella. Debes de vigilar bien que el agua no llegue a tocarlos y tápalo bien.
Dejamos cocinar durante unos 25 o 30 minutos, mientras vigilamos que no se evapore del todo el agua.
Una vez que haya pasado el tiempo, retiramos los chorizos con cuidado y dejamos que se enfríen totalmente. Primero a temperatura ambiente y después los guardamos en el refrigerador.
Una vez que haya pasado el tiempo de reposo se pueden retirar del papel y estarán listos para cocinar lo que se te ocurra con ellos. Se pueden calentar en un sartén o añadir a algún guiso porque mantendrán su forma original.
Los chorizos veganos caseros se pueden refrigerar de cuatro a cinco días en un envase bien cerrado. También se pueden congelar hasta por tres meses en un recipiente bien cerrado. Aconsejamos tener alguno a la mano, para esos días en los que no sabes qué cocinar o esos en los que no tienes tiempo para hacer algo muy elaborado.
