¿Quieres preparar un platillo casero lleno de sabor mexicano? El adobo de pollo con chile ancho y chile guajillo es perfecto para una comida familiar o una cena especial. Su combinación de especias, chiles secos y jugo de naranja le da un toque auténtico que recuerda a la cocina tradicional de nuestras abuelas.
Gracias al canal Vicky Receta Fácil, puedes seguir esta preparación paso a paso y lograr un guiso jugoso, especiado y lleno de aroma.
Consejos para lograr el mejor adobo de pollo
Usa chiles ancho y guajillo de buena calidad, frescos y sin manchas.
Ajusta la cantidad de chiles para regular el nivel de picante.
Tuesta ligeramente los chiles antes de hidratarlos para realzar su sabor.
Elige pollo con hueso y piel para que quede más jugoso.
Utiliza especias frescas como comino, orégano, tomillo y ajo.
Marina el pollo mínimo 4 horas, o mejor aún, toda la noche.
Si quieres un toque distinto, agrega jugo de naranja o cerveza al adobo.

Sazona el pollo con ajo en polvo, sal y pimienta. Refrigera unos minutos.
Calienta 3 tazas de agua en una olla.
Fríe ligeramente los chiles en aceite, cuidando que no se quemen. Hidrátalos en el agua caliente.
Sofríe ajo y cebolla, agrégalos a la olla con los chiles junto con las especias y hierve 5 minutos. Deja reposar 15 minutos.
Licúa los chiles con jugo de naranja, vinagre, especias y agua de cocción. Cuela la salsa.
Sella el pollo en aceite caliente, añade el adobo y las hojas de laurel. Cocina a fuego medio 30-40 minutos hasta que quede suave y la salsa espese.
Guarniciones ideales
Arroz blanco o rojo para acompañar la salsa.
Frijoles refritos o de la olla para un toque tradicional.
Ensaladas frescas o tortillas recién hechas para completar el plato.
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Foto/Directo al Paladar/ Creada con Gemini
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