El primer ron orgánico de México se hace en Oaxaca, una tierra reconocida a nivel nacional por ser predominantemente mezcalera. Se llama MK y se produce en un municipio cañero del estado sureño, llamado Santa María Tlalixtlac, a 300 kilómetros al norte de la capital de la entidad. La bebida ya se exporta a Estados Unidos y Canadá, pero a pesar de su calidad es relativamente poco conocida en México. Es hasta ahora que está tomando impulso y dándose a conocer en lugares de consumo, muchas veces por recomendaciones de boca en boca.
No hace falta ser un experto en rones, para comprobar que se trata de una bebida hecha de forma artesanal. Se trata del primero orgánico en el país porque fue pionero en adquirir la certificación internacional, en 2006. El olor y el sabor del licor son únicos: realmente huele a melaza de caña de azúcar criolla, y en boca pueden percibirse notas dulces que no tienen resabios de químicos.
La historia de MK comienza hace 90 años. En ese entonces Max Krassel —de ahí el nombre de la marca—, un alemán que llegó a refugiarse a Oaxaca mientras en su país de origen se vivía la etapa más cruda de la Primera Guerra Mundial, empezó a hacer ron en la zona de la Cañada, donde aún residen sus sembradíos y la actual planta productora.
Foto cortesía de Ron MK.
Max perfeccionó su receta, siempre utilizando cultivos libres de fertilizantes, legó sus conocimientos a sus hijos y fuera ahora, la tercera generación de su descendencia, que el ron ha cobrado la importancia que merece su proceso libre de químicos y su manufactura artesanal.
Quien ahora lleva la batuta en la empresa es Isidoro Krassel. Él ya es completamente oaxaqueño y sigue de cerca los procesos de producción del ron, para sean lo más cercanos a lo que desde hace nueve décadas hizo su abuelo. Hoy su producto cuenta con una certificación internacional que avala su estatus de orgánico.
Tras cortarse la caña, esta se muele, se fermenta y se realiza la destilación, proceso que dura unos 15 días. Más tarde, el líquido se lleva a las barricas de roble donde se guarda por espacio de seis a 18 meses para así obtener el ron blanco y el añejado.
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MK existe en el mercado en varias presentaciones: ron blanco, anejo orgánico de 18 meses, de 3 años y una reserva especial de 8 años. El primero de ellos es ideal para coctelería y los demás, para tomarlos en las rocas o solos.
Si vives en Oaxaca, ya hay muchos bares del centro de la ciudad donde lo ofrecen. No obstante, si resides en la Ciudad de México puedes encontrarlo en el restaurante bar La Nacional y La Botica, con sucursales en la colonia Roma y Condesa, así como en la hostería del Centro llamada La Bota. Si se te complica dar con él, puedes escribirles directamente un mensaje por Facebook y ellos pueden venderte botellas o cajas para que lleguen hasta tu casa.
