En la cocina mexicana, el chile de árbol es conocido por su intensidad y por dar ese toque picante que mejora cualquier preparación. Sin embargo, al combinarlo con chocolate, se obtiene una salsa inesperada, llena de matices dulces, amargos y picantes que sorprenden al paladar. Esta receta no solo se disfruta con carnes o tacos, también es perfecta para acompañar quesadillas, enchiladas o incluso como dip para botanas.
La mezcla de chile y chocolate tiene raíces profundas en la gastronomía mexicana, pues recuerda a los sabores complejos de los moles tradicionales. Pero lo mejor de esta versión es que se prepara en pocos pasos y está lista en menos de 30 minutos, convirtiéndose en una excelente opción para variar tu recetario.
Cómo equilibrar el picante del chile de árbol
El chile de árbol puede ser bastante potente, por eso es importante tostarlo ligeramente y luego hidratarlo antes de usarlo. Este truco reduce la agresividad de su picante y realza su sabor ahumado. La clave está en no quemarlo durante el tostado, ya que eso puede amargar la salsa. Además, si quieres una versión menos picosa, puedes retirar parte de las semillas antes de molerlo.

El chocolate como ingrediente que aporta profundidad
A diferencia de lo que muchos creen, el chocolate en salsas saladas no hace que el resultado sea dulce. Más bien aporta un equilibrio entre amargor y cuerpo, que combina de maravilla con los chiles secos. Lo ideal es utilizar chocolate de mesa sin azúcar o uno semiamargo, que conserve las notas de cacao puro y complemente la intensidad del chile de árbol.

La combinación de chile de árbol con chocolate es un recordatorio de cómo la cocina mexicana transforma ingredientes sencillos en preparaciones llenas de sabor. Esta salsa es ideal para darle un giro creativo a tus comidas cotidianas y, al mismo tiempo, conectar con la tradición de nuestra gastronomía.
- Tuesta los chiles de árbol en un comal caliente durante unos segundos, cuidando que no se quemen.
- Ásalos junto con los jitomates, el ajo y la cebolla hasta que tengan una ligera costra dorada.
- Lleva los ingredientes al vaso de la licuadora, añade el caldo caliente y muele hasta obtener una mezcla homogénea.
- En una sartén con un poco de aceite, sofríe la salsa y agrega el chocolate troceado.
- Cocina a fuego medio, moviendo constantemente hasta que el chocolate se derrita e integre.
- Ajusta la sal y sirve la salsa caliente como acompañamiento.
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