El soufflé de chocolate es uno de esos postres franceses clásicos que, aunque parece complicado, se puede preparar en casa con ingredientes básicos y un par de trucos de cocina. Su encanto está en lo ligero y esponjoso de la textura, además de ese intenso sabor a cacao que lo convierte en el final perfecto para cualquier comida especial.
Sin embargo, todos los que se han atrevido a hacerlo alguna vez saben que tiene un talón de Aquiles: se puede desinflar apenas sale del horno. La buena noticia es que esto se puede evitar si se siguen ciertos pasos durante la preparación y la cocción. A continuación, te compartimos la receta y el secreto para que tu soufflé casero mantenga su volumen hasta el momento de servirlo.
El truco para que tu soufflé no se baje
El secreto está en 2 detalles fundamentales: montar bien las claras a punto de nieve y no abrir el horno mientras se hornea. Las claras son las que aportan el aire y ligereza al postre, así que deben estar firmes y brillantes antes de incorporarlas con movimientos envolventes a la mezcla de chocolate. Otro aspecto crucial es respetar el tiempo de cocción y evitar la tentación de abrir la puerta del horno. Ten en cuenta que el cambio brusco de temperatura puede provocar que el soufflé se hunda.
Soufflé dentro del horno. Foto: Pexels
El soufflé de chocolate no solo es delicioso, también es un postre que sorprende por su presentación y ligereza. Con estos consejos, lograrás que no se baje al salir del horno y podrás servirlo a tus invitados como si estuvieran en un restaurante francés.
- Derrite el chocolate junto con la mantequilla a baño maría hasta obtener una mezcla suave. Retira del fuego, deja entibiar y agrega las yemas de huevo junto con la esencia de vainilla. Mezcla hasta que todo quede integrado.
- En un tazón aparte, bate las claras con la pizca de sal hasta que comiencen a formar picos suaves. Agrega poco a poco el azúcar sin dejar de batir hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Incorpora este merengue a la mezcla de chocolate con movimientos envolventes para no perder aire.
- Unta con mantequilla y espolvorea con azúcar unos moldes individuales resistentes al calor.
- Reparte la mezcla y llévalos al horno precalentado a 190 °C durante 12 a 15 minutos, sin abrir la puerta en ningún momento. Sabrás que el soufflé está listo cuando haya subido y la superficie esté ligeramente firme. Sirve de inmediato con azúcar glass espolvoreada por encima y disfruta.
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