Maciel BG
EditoraRedactora especializada en multimedia y cultura. Me encanta la gastronomía, en especial la comida mexicana y la respostería.
El mostachón es uno de esos postres que se ganan un lugar especial en la mesa, es ligero, dulce y con la combinación perfecta entre lo crujiente de la galleta y lo suave del merengue. Aunque es originario de Monterrey, este pastel frío se ha popularizado en todo México porque resulta económico, vistoso y muy rendidor.
El problema es que muchos intentan prepararlo en casa y se enfrentan al mismo error: la base queda blanda, el merengue se baja o el relleno no luce tan esponjoso. La buena noticia es que con un par de trucos de repostería podrás lograr un mostachón con costra firme, merengue aireado y un sabor digno del disfrutarse en cualquier pastelería.
El truco para que la base quede crujiente y no se hunda
El error más común es no batir bien las claras o añadir demasiado líquido a la base. Para evitarlo:
Bate las claras a punto de turrón antes de mezclarlas con la galleta y la nuez. Esto da estructura y evita que se hunda al hornear.
Agrega el azúcar poco a poco mientras montas el merengue, de esta manera quedará estable.
Hornea a temperatura baja (150 °C) por más tiempo, para que el merengue se seque sin quemarse y que quede crocante.
Deja enfriar por completo antes de poner la crema, así la base no se humedece.
Motachón con plátano y nuez. Foto: YouTube @TinyTany
Tip extra para un merengue perfecto
Si quieres que tu mostachón dure más de un día sin bajarse, agrega unas gotas de jugo de limón mientras montas las claras. El ácido ayuda a estabilizar el merengue y mantiene la textura firme por más tiempo. El mostachón es de esos postres que se ven complejos, pero que con estos trucos salen a la primera.
Merengue para mostachón. Foto: YouTube @TinyTany
- Bate las claras hasta que espumen, luego agrega el azúcar en forma de lluvia y sigue batiendo hasta que queden a punto de turrón firme.
- Incorpora la galleta, la nuez y la vainilla con movimientos envolventes.
- Vierte en un molde engrasado y hornea a 150 °C durante 30-35 minutos o hasta que esté dorado y firme. Deja enfriar.
- Para la cobertura, bate la crema hasta que se formen picos fines, añade el queso crema y el azúcar glass hasta obtener una mezcla suave.
- Unta la crema sobre la base fría y decora tu mostachón con fresas rebanadas o la fruta de tu preferencia.
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