Los postres típicos de México tienen un encanto especial: nos traen memorias, recuerdos de celebraciones y sobre todo, el sabor auténtico de la cocina casera. Entre ellos, los plátanos capeados con miel de piloncillo son un clásico que nos transporta de inmediato a las ferias de pueblo, donde se sirven calientes, dorados y con ese toque dulce que reconforta a cualquiera.
Su preparación es sencilla, pero el resultado es espectacular. El capeado logra una textura esponjosa y crujiente que contrasta con la suavidad del plátano maduro, mientras que la miel de piloncillo aporta un dulzor profundo, con notas de caramelo y canela que hacen de cada bocado un verdadero antojo de tradición mexicana.
El capeado en la repostería mexicana
El capeado no solo es para platillos salados como chiles o pescados: en la repostería también tiene un lugar especial. Al envolver los plátanos en una mezcla ligera de harina y huevo, se obtiene una cubierta dorada que potencia el sabor de la fruta. Esa combinación es la que convierte este postre en un clásico de ferias, kermeses y reuniones familiares.
Ingredientes para los plátanos capeados con miel. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
La miel de piloncillo como protagonista
La miel de piloncillo es otro protagonista de este postre. Elaborada al disolver el piloncillo con especias como canela y clavo, su sabor recuerda a la cocina de la abuela. A diferencia del azúcar refinado, esta miel aporta matices complejos y un aroma que envuelve todo el ambiente mientras se prepara.
Miel de piloncillo. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
Los plátanos capeados con miel de piloncillo son más que un antojo dulce: Su sabor reconfortante, con la mezcla de texturas y el aroma especiado del piloncillo, los convierte en un postre ideal para compartir en familia o como cierre perfecto de una comida casera.
- Pela los plátanos y córtalos a la mitad, de forma transversal o en rebanadas gruesas.
- Prepara la miel: en una olla coloca el piloncillo con agua, canela y clavo. Cocina a fuego medio hasta que se disuelva y obtengas una miel espesa. Reserva.
- Para el capeado, bate los huevos y mezcla con la leche. Agrega harina, polvo para hornear y una pizca de sal hasta formar una masa semilíquida y homogénea.
- Calienta aceite suficiente en una sartén. Pasa los plátanos por la mezcla de capeado y fríelos hasta que estén dorados por todos lados.
- Retíralos y escúrrelos sobre papel absorbente.
- Sirve calientes, bañados con miel de piloncillo al gusto.
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