El pan de muerto es uno de los postres más emblemáticos de la temporada otoñal, pero muchas veces preparar un pan grande puede ser intimidante o tardado. La versión mini es la solución perfecta para disfrutar de panes suaves, esponjosos y listos para acompañar el café o el chocolate caliente en menos de 2 horas.
Además, puedes prepararlos con solo 9 ingredientes que seguramente tienes en tu cocina. Estas porciones pequeñas son ideales para mesas de ofrendas, desayunos familiares o incluso para regalar a amigos y vecinos durante el Día de Muertos.
Tips para que queden suaves y esponjosos
No agregues harina extra durante el amasado; la masa debe quedar ligeramente pegajosa.
La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para integrarse bien.
Usa leche tibia, nunca caliente, para no matar la levadura.
Puedes añadir un poco más de esencia de azahar o ralladura de naranja para potenciar el aroma.

- Disuelve la levadura en la leche tibia con una cucharadita de azúcar y deja reposar 10 minutos hasta que burbujee.
- En un recipiente grande, combina la harina, el azúcar y la pizca de sal.
- Haz un hueco en el centro, agrega los huevos, la mantequilla, la ralladura de naranja, la esencia de azahar y la mezcla de levadura. Amasa hasta obtener una masa homogénea y elástica, aproximadamente 10 minutos.
- Cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño, unos 40 minutos.
- Divide la masa en porciones pequeñas de 70 a 80 g. Con un poco de masa extra, forma las tiras que representarán los huesos y la cabeza del pan.
- Coloca los panes en una bandeja con papel encerado y deja reposar otros 15 minutos.
- Precalienta el horno a 180 °C y hornea los panes durante 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados.
- Una vez fríos, barniza los panes con mantequilla derretida y espolvoréalos con azúcar al gusto.
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