Nicole Galván
EditorPeriodista freelance. Catadora no oficial de café de olla en jarros y papas en todas sus presentaciones. Fanática de cantar mientras cocino, improvisar con los ingredientes y del clericot en todas sus versiones. Escribo para Directo al Paladar México.
¿Sabías que el arroz rojo no se hace igual que el arroz blanco? Nosotros te enseñamos cómo cocinar arroz rojo para que no se bata y quede rojito. Te alcanza para 6 personas y es la guarnición ideal para cualquier guisado con verduras, carne, pollo y hasta pescado.
Consejos para hacer que el arroz rojo no se bata
Para remover el almidón del arroz, remoja en agua caliente. Utiliza agua suficiente, mueve con una cuchara y deja reposar hasta que el agua quede fría y enjuaga con agua limpia a temperatura ambiente.
Escurre el arroz por unos buenos minutos para que no salpique el agua restante en el aceite caliente.
Las medidas de arroz y agua serán 1:2 es decir; utiliza dos tazas de agua por cada taza de arroz crudo. (La medida será en taza o recipiente que tú elijas.)
Cocina tu arroz en sartén para tener una superficie amplia y plana para que el arroz se cocine parejo y se pueda esponjar.
La flama debe de estar al máximo para evitar que se bata, el arroz debe de estar bien cubierto de aceite.
Cuando se agregue el líquido al arroz debe de estar caliente para no cambiar la temperatura del arroz.
¿Cuál es el truco para que el arroz quede bien rojo?
Este truco lo aprendimos de cocineras tradicionales con años de experiencia. El truco consiste en añadir abundante aceite —más del que se suele utilizar en el arroz blanco—, y dorar muy bien el arroz hasta que se vea bastante café, incluso con que se vea un poco pasado de dorado es el punto perfecto del arroz rojo para añadir el jitomate licuado.
En la experiencia de las cocineras tradicionales y la práctica de esta cocina, eso da buenos resultados porque el rítmate penetra mucho más fácil los granos de arroz. También se recomienda utilizar jitomates frescos y bastante rojizos, y opcionalmente se le puede añadir un pimiento morrón rojo, pero considera que eso puede cambiar ligeramente el sabor al arroz rojo tradicional.
Muele los jitomates con los dientes de ajo y la cebolla. Hazle una abertura a tus chiles serranos por un costado y reserva.
Con el arroz remojado y limpio, llévalo a sofreír a un sartén amplio con aceite bien caliente y los chiles serranos. La flama debe de estar al máximo para evitar que se bata, el arroz debe de estar bien cubierto de aceite.
Cuando el arroz comience a cambiar de color a uno mucho más bronceado o café, retira un poco de aceite con una cuchara y después incorpora el jitomate molido y baja el fuego para dejar sazonar y soltar el primer hervor.
Calienta el caldo de pollo o el agua para incorporarlo al arroz con la sal disuelta en él. Debe de agregarse caliente para no cambiar la temperatura del arroz.
Cuando suelte el primer hervor ya lo puedes tapar y dejar cocinar a fuego mínimo. Después de 15 minutos mueve suavemente para distribuir el jitomate por todo el arroz.
Tapa y deja cocer 2 minutos más a fuego mínimo, después apaga y deja reposar el arroz por media hora para terminar de cocinarse con su propio calor. Pasado el tiempo, destapa el sartén y déjalo respirar para que los granos de arroz se separen por sí solos. ¡Listo!
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