El pan de muerto es uno de los grandes tesoros gastronómicos de México y cada año regresa para acompañar las celebraciones del Día de Muertos. Su sabor a azahar, mantequilla y azúcar lo convierten en un clásico esperado por todos. Sin embargo, hay un problema común: después de unas horas, el pan pierde su textura esponjosa y se vuelve duro, lo que hace que muchos prefieran comerlo recién salido del horno.
La buena noticia es que existen técnicas sencillas para mantenerlo fresco por más tiempo sin necesidad de ser un panadero experto. Desde la forma de guardarlo hasta pequeños trucos de recalentado, mantener tu pan de muerto casero suave, es posible con apenas unos minutos de atención.
Guarda el pan de muerto en una bolsa hermética
El primer paso para evitar que el pan se endurezca es guardarlo en una bolsa hermética o de plástico, de preferencia, sin aire en su interior. Esto ayuda a que la humedad natural se conserve y no se evapore tan rápido. También puedes envolverlo en papel encerado antes de guardarlo en la bolsa para darle una capa extra de protección.
Si planeas comerlo al día siguiente, basta con mantenerlo a temperatura ambiente en un lugar fresco. Este truco sencillo es uno de los más usados en panaderías que buscan mantener su pan de muerto suave durante más de un día.

Congela el pan de muerto
Otra manera de conservar la textura esponjosa es congelarlo. Para ello, solo debes envolverlo en film transparente y después colocarlo en una bolsa con cierre. Al descongelar, bastará con calentarlo en horno precalentado a 160 °C durante 10 minutos para recuperar su suavidad. Este método funciona muy bien si haces varios panes y no quieres que se desperdicien. Así, puedes disfrutar tu pan de muerto suave y esponjoso en cualquier momento de la temporada sin que pierda frescura ni sabor.

Recalienta el pan en el microondas
Un truco casero muy popular consiste en recalentar el pan en el microondas junto con un vaso de agua. El vapor generado devuelve la humedad perdida y hace que la miga recupere su esponjosidad. Solo debes calentar en intervalos de 10 a 15 segundos para evitar que se reseque. Es una solución rápida cuando no tienes horno a la mano y quieres revivir un pan que ya lleva varias horas fuera. Este consejo es muy usado para mantener suave no solo el pan de muerto, sino también otros panes dulces como la rosca de reyes.

Con estas técnicas fáciles podrás disfrutar del pan de muerto más allá del día en que lo compraste o lo preparaste. Guardarlo en bolsas herméticas, congelarlo de forma adecuada o aplicar el truco del microondas con agua hará que siempre tengas un pan esponjoso y delicioso. Así, podrás acompañar tu café o chocolate caliente con un pan de muerto esponjoso que mantenga todo su sabor y suavidad, incluso al día siguiente.
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