6 tips para que tus platillos gratinados queden perfectos, no importa si usas queso mozarella o cheddar

6 tips para que tus platillos gratinados queden perfectos, no importa si usas queso mozarella o cheddar
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
maciel-bg

Maciel BG

Editora
maciel-bg

Maciel BG

Editora

Redactora especializada en multimedia y cultura. Me encanta la gastronomía, en especial la comida mexicana y la respostería.

359 publicaciones de Maciel BG

El gratinado es una técnica que transforma platillos cotidianos en verdaderas delicias: esa capa irresistible de queso fundido y dorado lo cambia todo. Pero no basta con poner queso encima y meter al horno; lograr que quede crujiente por fuera y cremoso por dentro requiere un poco de atención.

Ya sea que utilices queso mozzarella, conocido por su elasticidad y fundido suave, o cheddar, preferido por su sabor intenso y dorado profundo, aplicar algunos trucos marcará la diferencia. Aquí tienes seis consejos clave para que tu gratinado quede tan bueno como parece.

1. Usa el queso adecuado y rállelo correctamente

No todos los quesos se comportan igual al gratinar: la mozzarella y el cheddar están entre los más recomendados por su capacidad de fundirse y dorarse. Rállalos finamente o corta en láminas delgadas para asegurar una cobertura uniforme. Así obtendrás una capa lisa que se funde bien.

Quesos Quesos para gratinar. Foto: Freepik

2. Coloca la bandeja en la zona superior del horno

El gratinado se logra exponiendo la capa superior al calor intenso. Usa la rejilla más cercana a la resistencia superior del horno o la función grill si la tienes. Esto hará que la capa de queso se tueste y se formen esas burbujas doradas por fuera mientras el interior queda jugoso.

3. Asegúrate de que el plato base esté ya cocido

Ten presente que el gratinado no es una técnica de cocción, sino de acabado. Por lo tanto, todo lo que hay debajo del queso (pastas, verduras, carnes) debe estar listo antes de añadir la cobertura. Solo entonces gratina para lograr ese toque final perfecto.

Gratin Gratinado. Foto: Freepik

4. Mezcla el queso con un poco de crema o bechamel para mayor cremosidad

Para que la cobertura quede extra cremosa, puedes combinar el queso con una cucharada de crema, leche o bechamel ligera antes de gratinar. Esto ayuda a que el queso no se seque demasiado, sino que mantenga una textura suave y fundida.

5. No gratines por mucho tiempo ni a temperatura extremadamente alta

Una cocción prolongada o demasiado intensa puede quemar la capa de queso antes de que el interior esté en su punto. Si lo recalientas, cubre primero con papel aluminio a temperatura media, y al final gratina 4 o 5 minutos.

Papas Gratinadas Papas gratinadas. Foto: Freepik

6. Sirve inmediatamente para conservar textura y sabor

El efecto del gratinado se disfruta mejor recién salido del horno: la costra pierde su crocancia si espera mucho. Sirve inmediatamente para que la capa dorada esté crujiente y el interior perfectamente fundido.

Aplicando estos seis consejos, tus platos gratinados, ya sean lasaña con mozzarella o una papa rellena con cheddar, quedarán con ese “acabado de restaurante”: dorado, crujiente y con una textura interior que invita a cada cucharada. Practica un par de veces y verás cómo el gratinado deja de ser un reto para convertirse en un recurso confiable en tu cocina.

También te puede interesar: Cómo hacer un filete Mazatlán gratinado y relleno de mariscos, una opción deliciosa que puedes acompañar con arroz blanco o verduras al vapor

Inicio