¿Habías visto que las personas están preparando shots de jengibre con piña y cúrcuma? Son super saludables, pero es cierto que no muchos disfrutan del sabor tan potente en un solo trago. Para que no te pierdas de las propiedades de esta bomba de vitaminas, preparar esta rica agua de piña con jengibre y limón. ¡Es super refrescante!
¿Cuáles son los beneficios de tomar agua de piña con jengibre?
Bien dicen que piña para la niña, el niño, los abuelitos y para todos los miembros de la casa, y es que ¿quién diría que el agua de esta deliciosa fruta tendría tantos beneficios? De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el consumo de esta fruta protege al sistema inmunológico, fortalece el sistema óseo y alivia los síntomas del resfriado común.
La piña posee una enzima llamada bromelina, la cual tiene una acción proteolítica, es decir, mejora la asimilación de los aminoácidos, estos últimos son vitales para producir proteínas que ayuden al cuerpo a descompone alimentos, crecer y reparar tejidos corporales.

En cuanto al jengibre se trata, es un ingrediente antioxidante, antibacteriano y poseedor de fotoquímicos que ayudan a retrasar el envejecimiento celular, a combatir los radicales libres, también disminuye los niveles de glucosa y colesterol sanguíneos, lo que mejora la circulación de la sangre.
Consumir jengibre ayuda a producir saliva, lo que facilita la deglución. También tiene propiedades antiemético, es decir que ayuda a evitar las náuseas y el vómito. De acuerdo con el sitio web El Poder del Consumidor, el jengibre contiene cineol una sustancia que ayuda a la relajación, combate la ansiedad y también puede disminuir la migraña.

El jugo de limón también es una gran fuente de vitaminas y actúa como un poderoso antioxidante; que protegen del daño celular y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El limón como otros cítricos son ricos flavonoides, compuestos que mejoran la salud y combaten enfermedades.
Corta la piña natural en trozos medianos. Pela el jengibre y exprime el jugo de 5 limones.
Vierte todos los ingredientes en la licuadora, agrega 3 tazas de agua y añade endulzante al gusto. Muele hasta que quede una mezcla lo más homogénea posible.
Puedes colar lo que acabas de moler si no te gustan las texturas, pero si lo prefieres también puedes dejarlo así.
Añade 3 tazas de agua más —o la suficiente para que no diluya el sabor de la piña—, hielos al gusto y rectifica el nivel de dulzor. ¡Listo!
Así puedes saber si tu piña está madura o no
Para asegurarte que tu agua de piña quede super rica, —porque refrescante sí lo estará—, debes saber escoger una piña lo suficientemente madura para que tenga un sabor dulcecito, pero no lo demasiado como para que se fermente muy rápido. Con estos consejos puedes aprender a escoger la piña perfecta tal y como lo harían nuestras mamás y abuelitas.
Huele tu piña: huele el extremo del lado del tallo, si tiene un aroma dulce muy probablemente será una buena piña madura. Si no huele a nada, quizá no esté madura.
Toca, pero no magulles: presiona ligeramente con los dedos de una mano para sentir si esa lo suficientemente firme y suave al tacto. No debe de estar rígida, pero tampoco aguada porque seguro estará fermentada.
Sopesa tu piña: no importa si es una piña pequeña o grande, lo que importa es que esté considerablemente pesada según su talla. Una piña más pesada significa que es más jugosa, porque el jugo adicional le da a la piña el peso adicional. Si tiene más jugo, también indica que es una piña más madura y dulce.

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