Cuando se trata de la cocina, los alimentos es en lo primero en que pensamos y casi siempre lo que consideramos más importante porque son lo que nos mantienen vivos, sin embargo, algo que no debemos dejar de lado es todo lo que hay al rededor de ellos: los utensilios con los que les damos sabor, textura y apariencia y que siempre usamos.
Por eso, hoy te traemos unos consejos de cocina sobre los utensilios que utilizamos diario y cómo limpiarlos correctamente, por eso deberás ser precavido en cómo emplearlos de forma correcta o incluso saber si tienes que despedirte de ellos.
Mucho ojo con el material de silicona
Este es un punto básico que debemos considerar en cualquiera de los utensilios de cocina. En el caso de la silicona, es un material estable y sintético que no es sensible a los cambios de temperatura, de tal modo que no se quiebra si pasa de frío a caliente (o al revés), como tampoco pasa restos materiales a los alimentos ni durante la cocción ni al almacenar en ellos. Por si esas propiedades no terminaran de convencernos, la silicona es antiadherente, no retiene olores y es resistente a las manchas ¡todo un sueño para las amas de casa!
Estas son las formas en las que puedes limpiar tus utensilios
Podemos ir deduciendo que gracias a la flexibilidad y al aislamiento, es difícil que queden muchos residuos en ellos después de utilizarlos. Pero además, tanto las grasas como el azúcar quemado pueden retirarse muy fácilmente de estos utensilios, en comparación con ese tremendo problema que nos queda entre manos con los moldes de metal.
- Lo que no hay que hacer
No uses productos abrasivos como cloro o lejía para productos de silicona porque pueden dañarse. ¡Este tipo de material es frágil y necesita un cuidado especial!
- Lo que sí hay que hacer
La limpieza de estos utensilios debe hacerse con detergente neutro y una esponja de limpieza, especialmente la más suave para no rayar. Si se necesita una limpieza más profunda, puede optar por usar vinagre y bicarbonato de sodio.
La silicona en general es no tóxica, por lo que puede considerarse como un residuo no peligroso; aunque hay que tener precaución en reciclar los moldes de silicona si su vida útil ha acabado, puesto que no es un material biodegradable. Por otro lado, además de utilizarse para hornear, podemos utilizarlos para congelar alimentos, hacer gelatinas, pasteles de helado, hielos, e incluso hacer nuestros propios chocolates.
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