Cuando se habla de sopa de tortilla, muchos piensan en la que se sirve con los ingredientes secos en un plato y al final, un caldillo exquisito de jitomate caliente. Luego se "decora" con aguacate, queso, y chile seco y a comer antes de que la tortilla dorada se reblandezca. Pero, pocos pensamos también en la sopa de tortilla convertida en una especie de budín o pastel azteca, que la verdad, es una variante de la pasta o los chilaquiles que me encanta.
Ingredientes
20 tortillas de maiz, 500 grs. de crema fresca, aceite para freír suficiente, 5 jitomates saladet o 3 bola, media cebolla mediana, queso oaxaca, mozzarella o asadero, Consomé para la salsa al gusto, 1 chile seco dorado para decorar, una ramita de perejil y unas rodajas de aguacate.
Procedimiento
Cortar en tiras las tortillas (como las papas a la francesa), dorarlas en aceite y escurrrlas en una coladera grande o sobre papel absorbente. Se cuecen los jitomates y se licúan con la cebolla, consomé y crema. Se ponen a hervir un minuto y se aparta del fuego la salsa. En un refractario enmantequillado, acomodar una capa de tortilla, una de salsa y una de queso hasta terminar con el queso. Hornear hasta que se gratine y servir con rebanadas de aguacate y chile dorado.
Seguramente a sus pequeños les encantará como a mi de niña y hasta la fecha. ¿Engorda mucho? Creo que todo puede comerse si se hace con medida y de vez en cuando. No se priven de las delicias culinarias, el ejercicio, más de 3 veces por semana, y más de 15 minutos seguidos al día, ¡reditúa en serio! Si también dejamos los malos hábitos de comer menos de 2 veces al día o todo el día, seguramente no padeceremos sobrepeso.
En Directo al Paladar para recordar lo tradicional, ¿que les parece el tepache, la cebadina, la tuba o el tejate?
