El helado de cempasúchil con mandarina es una de esas preparaciones que capturan por completo la esencia del otoño mexicano. Con el color vibrante de la flor más emblemática del Día de Muertos y el aroma cítrico de la mandarina, este postre artesanal combina tradición y frescura en cada cucharada. Lo mejor es que no necesitas máquina para hacerlo: basta con mezclar, enfriar y tener paciencia.
Su sabor floral, ligeramente dulce, con notas cítricas y cremosas, lo convierte en un postre perfecto para cerrar una comida o acompañar pan de muerto. Además, se prepara con solo siete ingredientes que seguramente ya tienes en casa.
El toque floral del cempasúchil transforma cualquier postre
El cempasúchil no solo se usa para adornar los altares, también se puede incorporar en recetas dulces gracias a su sabor suave y ligeramente herbal. Para este helado, se utilizan los pétalos frescos o secos, infusionados en crema caliente para liberar su aroma y color natural, sin necesidad de colorantes artificiales. Si no consigues flores frescas, puedes sustituirlas por té de cempasúchil natural, que se encuentra fácilmente en tiendas orgánicas o herbolarios.
Flor de cempasúchil. Foto: Freepik
La mandarina: el ingrediente que equilibra la cremosidad
La mandarina le aporta acidez, frescura y un aroma que complementa perfectamente el sabor floral del cempasúchil. Su jugo se mezcla con leche condensada y crema para darle esa textura suave y aterciopelada sin necesidad de batidora ni máquina heladera. Además, puedes agregar un poco de ralladura de cáscara para intensificar el sabor y darle un toque más aromático.
Gajos de mandarina. Foto: Freepik
Cómo evitar que tu helado se cristalice sin usar máquina
El secreto para lograr un helado cremoso sin máquina es batir la mezcla durante el proceso de congelado. Cada 30 minutos, retira el recipiente del congelador y remueve con una cuchara o batidor de globo para romper los cristales de hielo. Después de tres o cuatro repeticiones, el resultado será un helado liso y suave. También puedes cubrir la superficie con papel film para evitar la formación de escarcha.
El helado de cempasúchil y mandarina es una forma deliciosa de disfrutar los sabores típicos de la temporada de Día de Muertos. Su color dorado y aroma floral evocan los altares llenos de flores y frutas, mientras que su sabor fresco conquista a cualquiera. Ideal para servir después de una comida tradicional o como un postre ligero y diferente en casa.
- En una cacerola, calienta la crema para batir junto con los pétalos de cempasúchil durante 5 minutos sin que hierva. Deja reposar 10 minutos y cuela.
- Mezcla la crema infusionada con la leche condensada, el jugo y la ralladura de mandarina, la vainilla y la sal.
- Bate ligeramente hasta integrar y vierte en un recipiente con tapa.
- Congela durante 30 minutos, luego retira y revuelve la mezcla. Repite este proceso cada 30 minutos durante 2 horas.
- Deja reposar al menos 6 horas o toda la noche.
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