Nos encanta que ya vaya a ser Día de Muertos y que podamos encontrar pan de muerto por todos lados y en todas las presentaciones habidas y por haber. Pero si tú, como nosotras, ya estas bien lleno de pan te traemos una opción diferente y en un tamaño más pequeño (y amigable para darte un antojito dulce: estas galletas de pan de muerto se convertirán en tu receta de otoño favorita.
Siéntate a ver tu peli de terror favorita y disfruta de estas deliciosas galletas de pan de muerto, suaves y con sabor a naranja, acompañándolas con un chocolate oaxaqueño calentito. ¿Ya se te antojó?
En un bowl batimos el azúcar moreno con la mantequilla, una vez que quede la pasta pomada añadimos los huevos y batimos bien.
Por otro lado tamizamos la harina junto con los ingredientes secos: la levadura, la canela y la sal.
Rallamos las naranjas y agregamos la ralladura a la harina. Una vez que quede bien revuelta, la agregamos a la mantequilla con azúcar. Revolvemos la masa con una espátula hasta que se integre y una vez lista, agregamos el jugo de una naranja, poco a poco (de cucharada en cucharada) y vamos removiendo después de cada cucharada. La masa debe de quedar con suficiente cuerpo para poder amasarla con las manos, si queda así con un par de cucharadas de jugo no hace falta ponerle más. Dejamos reposar en el refrigerador (tapada con un plástico film) mínimo 8 horas.
Sacamos del refri y espolvoreamos una encimera o una superficie limpia con un poco de harina. Amasamos hasta que la masa ya no se nos pegue a las manos (puedes agregar más harina si lo consideras necesario) y cuando esté suave vamos a separar bolitas de masa (del tamaño que prefieras hacerlas: más pequeñas, más grandes). Eso sí, reserva una bola de masa con suficiente masita para que puedas hacer los huesitos aparte. Las dejamos reposar en el refrigerador sobre una charola por 30 minutos.
Ahora vamos a tomar la bolita que habíamos separado especialmente para hacer los huesitos y lo dividimos en tres: una para hacer las bolitas del 'cráneo' que coronará la galleta y el resto hacemos cilindros y hacemos forma de 'lagrimita' con los dedos para formar los huesitos. Hacemos los suficientes para cubrir todas las galletas. Los montamos y las guardamos otros 20 minutos en el refrigerador.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 190°C. Sacamos las galletas y batimos un huevo con la pizca de sal y una de azúcar. Las barnizamos y espolvoreamos con un poco más de azúcar.
Metemos a hornear por 10 minutos a 170°C. Bajamos a 130°C y dejamos 5 minutos más. Bajamos a 90°C y dejamos 5 minutos más. Luego apagamos y dejamos que reposen dentro del horno unos últimos 5 minutos.
Sacamos del horno y dejamos reposar en una rejilla. ¡Listo! ya puedes disfrutar de tus galletas con un buen chocolate oaxaqueño.
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