El pan de muerto es uno de los grandes protagonistas del otoño en México, y su aroma a azahar es lo que lo hace inconfundible. Sin embargo, muchas veces, al intentar prepararlo en casa, la masa puede quedar apelmazada o demasiado densa, perdiendo esa textura esponjosa que todos amamos. La clave está en la cantidad exacta de este ingrediente aromático: ni más ni menos, pues el exceso de líquido o de esencia puede alterar la consistencia de la masa.
Aprender a usar el agua de azahar correctamente no solo mejora el sabor, sino también la textura y el levado del pan. A continuación, te contamos cuánto debes añadir y cómo incorporarla para que tu pan quede suave, perfumado y ligero.
Cuánta agua de azahar se usa para el pan de muerto
El truco de los panaderos tradicionales es simple: por cada 500 gramos de harina, debes usar entre ½ y 1 cucharadita de agua de azahar. Esta cantidad es suficiente para aromatizar la masa sin modificar su textura.
Si usas más, la masa puede volverse demasiado húmeda y perder elasticidad, lo que impide que el pan leude bien. Además, el sabor del azahar se volvería demasiado intenso, enmascarando el perfume natural de la mantequilla y la ralladura de naranja.
Por otro lado, si pones muy poca, el pan no desarrollará ese aroma floral característico. Así que lo ideal es encontrar el punto medio: lo suficiente para que el olor sea perceptible pero delicado.

Cómo agregar el azahar sin afectar la masa
El agua de azahar debe añadirse junto con los ingredientes líquidos: huevo, leche y mantequilla derretida. Mézclala siempre al final del amasado inicial, cuando la harina ya haya absorbido parte del líquido.
De esta manera, el aroma se integrará por completo sin alterar la estructura del gluten, que es lo que da esponjosidad al pan. Un consejo extra: evita añadirla directamente sobre la levadura, ya que la acidez puede afectar su activación.
Si prefieres un aroma más intenso, puedes sustituir parte del líquido de la receta (unas 2 cucharadas de leche) por agua de azahar, pero asegúrate de mantener la proporción general para que la masa no se humedezca demasiado.

El azahar no solo es un ingrediente: es el alma del pan de muerto. Usar la cantidad justa garantizará que el resultado sea un pan equilibrado, esponjoso y lleno de sabor. Así que la próxima vez que prepares pan de muerto casero, recuerda: una cucharadita de azahar es suficiente para que tu pan huela bien sin opacar su sabor.
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