El pipián verde es una de esas salsas tradicionales que elevan cualquier platillo mexicano. Su sabor profundo, ligeramente tostado y con notas de hierbas, se debe a un ingrediente que es el alma de la receta: la pepita de calabaza. Lo mejor es que no necesitas pasar horas en la cocina; en solo 20 minutos y con 6 ingredientes básicos, puedes preparar una versión deliciosa para acompañar pollo, cerdo o verduras asadas.
Esta receta conserva la esencia del pipián original, pero simplifica el proceso para que puedas disfrutarlo incluso entre semana. Su textura cremosa y su toque de picor suave lo convierten en un acompañamiento perfecto para cualquier comida.
La pepita, el corazón del pipián verde
El secreto del sabor está en tostar las pepitas de calabaza antes de molerlas. Este paso libera los aceites naturales y da una textura aterciopelada a la salsa. No es necesario añadir crema ni espesantes: la pepita hace todo el trabajo, aportando cuerpo y un color verde brillante al combinarse con los chiles poblanos y las hierbas.
Pepita verde. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
Un acompañamiento versátil y lleno de tradición
Sirve tu pipián verde casero con pollo cocido, tamales, enchiladas o incluso sobre verduras al vapor. Es una receta rápida, nutritiva y con todo el sabor de la cocina mexicana. La pepita, además de ser rica en proteínas y minerales, convierte esta salsa en un verdadero tesoro de la gastronomía tradicional.
Cazuela de pipián verde. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
- Tuesta las pepitas en un sartén sin aceite hasta que cambien de color.
- Asa los chiles y retira la piel si lo prefieres. Licúa ambos junto con el cilantro, el ajo y el caldo hasta obtener una mezcla espesa y tersa.
- Calienta la salsa en una cacerola durante unos minutos, moviendo constantemente hasta que burbujee y espese. Rectifica la sal y listo.
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Imágenes: Directo al paladar, creada por inteligencia artificial Gemini