La crema de elote es una de esas recetas que nos remontan a ocasiones especiales y recuerdos de antaño en nuestros hogares. Algo que tienen las cremas y las sopas es que no hay comida más reconfortante para pasar en un día frío o en el que necesitamos un apapacho emocional.
Desde los tiempos prehispánicos, el maíz ha sido un ingrediente principal en nuestra cultura gastronómica; este ha jugado un papel tan importante desde la época azteca, cuando los mexicas y los mayas prepararon bebidas y comidas con maíz para presentar como ofrenda a sus dioses.
Ahora, no podemos negar que el maíz o elote es una parte esencial de la cocina en nuestro país. La comemos en casi todo: en tortillas, en atoles, en tamales, en esquites, en sopas como esta crema de elote, en este guiso de rajas con crema y elotitos o en este delicioso pan de elote.
En fin: nos encanta el maíz, tanto por su sabor y por su versatilidad y en esta ocasión nos detendremos a preparar una de las recetas favoritas de todos los mexicanos: la crema de elote.
Una vez que hemos desgranado los elotes, hay que pasarlos por el chorro de agua y escurrirlos. Cortamos la cebolla en medias lunas, y en trozos muy pequeñitos el ajo.
En una cacerola derretimos la mantequilla y con esta acitronamos el ajo, la cebolla y los granos de elote. Sazonamos únicamente con sal. Cocinamos a fuego lento hasta que los granos de elote estén cocidos, cuidando de mover constantemente, pues es fácil que se peguen a la cacerola.
Una vez que el elote está cocido, en la licuadora, colocamos la leche evaporada, el caldo de pollo, el queso crema y tres cuartas partes del elote.
El resto, lo dejamos en la cacerola, pues servirá para darle cuerpo y textura a nuestra crema. Licuamos hasta que se forme una mezcla suave, en la que el grano de elote está triturada en tronos muy finos, puede requerir un par de minutos lograrlo.
Agregamos la crema de elote a la cacerola junto con el resto de los granos de elote, bajamos el fuego, tapamos y dejamos cocinar hasta que empiece a hervir, cuidando de que no se riegue.
Con qué servir la crema de elote
La crema de elote tiene un sabor muy delicado y muy característico. Depende del gusto de cada quien, la temperatura a la que se sirve, pues sabe riquísima caliente, pero tiene una peculiar textura y sabor cuando está fría. En lo personal me gusta tibia. De acompañamiento, basta con unas rebanadas de bolillo o telera.
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