El invierno no tiene por qué significar un jardín apagado o sin vida. Existen plantas vivaces capaces de resistir el frío, mantener su follaje verde y, en muchos casos, ofrecer flores de colores intensos incluso en los días más fríos del año. Si buscas llenar de color tus macetas o jardineras durante esta temporada, estas tres especies son ideales por su resistencia y belleza natural.
Además, todas son de bajo mantenimiento, lo que las convierte en una excelente opción para quienes no tienen mucho tiempo para cuidar su jardín, pero desean mantenerlo lleno de vida y tonos vibrantes.
Aster: la flor resistente que florece en otoño e invierno
El aster es una de las flores más agradecidas y resistentes al frío. Puede florecer hasta bien entrado el invierno si se mantiene en un lugar con buena iluminación y riego moderado. Sus tonos van del violeta al blanco, pasando por el rosa intenso, lo que la convierte en una opción perfecta para aportar color en espacios grises o con poca luz natural.
Colócala en macetas o bordes del jardín con tierra húmeda, pero bien drenada. Además, es una flor polinizadora, por lo que atraerá abejas y mariposas incluso en las temporadas más frías.
Flor aster. Foto: Freepik
Pensamientos: color intenso en días fríos
Los pensamientos son clásicos del invierno. Se adaptan fácilmente a las bajas temperaturas y pueden florecer desde noviembre hasta marzo. Sus pétalos, de colores como amarillo, morado y azul, aportan un toque alegre en los días más nublados.
Para mantenerlos saludables, basta con ubicarlos en un sitio donde reciban luz indirecta y regarlos cada tres días. Son perfectos para macetas colgantes o jardineras pequeñas, ya que no crecen demasiado y se adaptan bien a diferentes tipos de suelo.
Pensamientos azules. Foto: Freepik
Bergenia: hojas grandes y flores rosas durante todo el invierno
La bergenia, también conocida como oreja de elefante, es una planta perenne que mantiene su follaje verde todo el año y florece con racimos de flores rosadas o fucsias durante los meses más fríos. Es ideal para bordes de jardín o para cubrir espacios vacíos en la tierra, ya que forma matas densas y decorativas.
Además, tolera la sombra parcial y necesita muy poco mantenimiento, solo un riego ligero cada semana. En invierno, sus hojas pueden adquirir tonos rojizos, dándole un aire cálido al jardín.
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