Esta es una de esas recetas que tiene un nombre confuso. Se le llama crema de calabacitas, pero en realidad no lleva ningún tipo de lácteo, más bien el nombre hace referencia a la textura espesa y cremosa que se obtiene al licuar una buena cantidad de calabacitas. Es una alternativa sencilla y saludable para cualquier día de la semana.
Cuando en mi casa a alguien le cuesta trabajo comer cierta verdura, he descubierto que agregando un poco de picor logro que se coman el platillo sin problema. Otra alternativa es preparar una sopa. En esta receta combino una verdura y un toque de chile serrano para que se adapte al paladar de la mayoría de los comensales.
Para hacer esta receta necesitaras de una batidora de inmersión para mayor facilidad, o si lo prefieres lo puedes hacer en una licuadora.
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En una olla grande calienta una cucharada aceite de oliva. Agrega la cebolla, poro y chile serrano, cocina moviendo ocasionalmente hasta que la cebolla suavice, alrededor de 15 minutos.
Añade las calabacitas y cocina durante 8 minutos o hasta que estén suaves. Añade el caldo de pollo y un poco de sal y pimienta. Lleva a ebullición, reduce el fuego y deja hervir a fuego lento durante 15 minutos. Retira del fuego y deja enfriar, licua hasta obtener una consistencia homogénea.
Degustación
Te recomiendo servir la crema de calabacitas acompañada de cubitos de queso panela. También puedes agregar un poco de crema fresca. Es ideal para abrir el apetito de cualquier comida con toques mexicanos.
