Cómo lograr un cheesecake sin grietas y perfectamente cocido en la freidora de aire

Preparar un cheesecake en freidora de aire puede parecer un reto, sobre todo si te preocupa que se agriete o no cuaje correctamente. Sin embargo, con los trucos adecuados y una buena técnica de cocción, es posible conseguir un pastel cremoso, con la superficie lisa y una textura que se derrite en la boca.

Este método no solo ahorra tiempo, sino que también reduce el consumo de energía, permitiendo disfrutar de un postre profesional sin necesidad de horno. Lo mejor es que el cheesecake hecho en freidora de aire conserva su sabor clásico y puede adaptarse fácilmente a sabores como vainilla, limón o calabaza, perfectos para la temporada otoñal.

Usa temperatura baja y tiempos cortos

El error más común al preparar un cheesecake en air fryer es usar temperaturas demasiado altas. Lo ideal es cocinarlo a 150 °C (300 °F) durante unos 25 a 30 minutos, dependiendo del tamaño del molde. Esto evita que la mezcla se seque o que el centro quede crudo. Al finalizar el tiempo, deja que el pastel repose dentro de la freidora con la puerta entreabierta durante 10 minutos para que se enfríe gradualmente.

Cheesecake con fresas. Foto: Freepik

El baño maría también funciona en la freidora de aire

Aunque parezca complicado, puedes simular un baño maría colocando un pequeño recipiente con agua en el fondo de la freidora. El vapor que se genera ayuda a que el cheesecake mantenga su humedad y no se agriete.

Evita sobrebatir la mezcla

Una mezcla con demasiado aire es una de las principales causas de grietas en el cheesecake. Bate los ingredientes a velocidad baja y solo hasta que se integren. Si usas queso crema a temperatura ambiente, la textura será más homogénea y el resultado más cremoso.

Mezcla para cheesecake. Foto: Freepik