Ahhh, ¡las empanadas! son esas deliciosas medialunas doraditas por fuera y calentitas por dentro. Si te encanta el sabor de la cajeta y la textura crujiente de las empanadas, no dejes de probar estas empanadas de cajeta en casa. El resultado es una deliciosa empanada que al morder te impactará con una explosión de sabores.
Las empanadas suelen ser discos de masa con diferentes rellenos, los cuales se doblan para darle forma de medialuna y cuyo relleno puede ser dulce o salada. Su nombre proviene de la palabra "empanar" que significa cubrir con masa algo.
La masa se puede elaborar a partir de harina de arroz, trigo o de maíz, y pueden ser fritas u horneadas. En esta receta las prepararemos en horno, así que quedaran sumamente crujientes sin estar grasosas, pero sí muy esponjosas.
Por su parte, la cajeta es un dulce de leche originario de Celaya, Guanajuato, en la época de la colonia. Originalmente se le conocía como "dulce de cajeta de Tejamanil" puesto que se vendían en unos cilindros de madera llamados "cajetes", por lo que de ahí deriva su nombre.
Es muy común confundir la cajeta con el dulce de leche, puesto que tienen muchas similitudes y su forma de elaboración es similar. Sin embargo, tienen una distinción muy importante: el dulce de leche se prepara con leche de vaca y la cajeta, es de leche de cabra.
Hoy en día podemos conseguir muchas variedades de cajeta: la tradicional, la quemada, la envinada y la aromatizada con vainilla. Todas son igual de sabrosas. Para esta receta puedes utilizar la que más te guste, incluso puedes preparar tu versión casera siguiendo esta receta.
Iniciamos combinando los ingredientes secos: el azúcar refinada y el polvo para hornear con la manteca vegetal. Mezclamos bien para integrar los ingredientes.
Agregamos poco a poco la media lata de cerveza y amasamos bien conforme vayamos agregando el líquido. Mezclamos bien hasta que obtengamos una masa homogénea y que no se pegue en las manos.
Formamos bolitas de tamaño mediano y las dejamos reposar a temperatura ambiente por 15 minutos. Posteriormente las aplastamos con las manos o una máquina de tortillas, para que queden más uniformes.
En el centro de nuestra "tortilla" colocamos dos o tres cucharadas de cajeta. Las doblamos bien y prensamos los bordes para que no se salga el relleno. De preferencia, lo doblamos hacia el interior para que quede más prensado. Repetimos con todas las bolas de masa.
Acomodamos las empanadas en una charola sobre un film de papel encerado, dejando un ligero espacio entre ellas para que puedan respirar.
Horneamos a 180°C por 35 minutos. Retiramos la bandeja del horno en cuanto estén doraditas y las dejamos reposar por cinco minutos.
Mezclamos el azúcar refinada con la canela y espolvoreamos nuestras empanadas con ellas. Te recomendamos que lo hagas en cuanto salgan del horno, les dará un toque irresistible.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de tus empanadas de cajeta y comerlas para la cena o compartirlos en alguna reunión.
