¿Eres amante del arroz y ya no sabes cómo comerlo? Prepárate, porque esta receta es la fusión perfecta que no sabías que necesitabas. A continuación, te compartimos cómo hacer risotto poblano, una delicia que fusiona lo mejor de dos mundos.
Se trata de una receta que combina la cremosidad y técnica del clásico risotto italiano y que ha quedado ensamblado a la perfección con el exquisito sabor del chile poblano, el dulzor del elote y la frescura del cilantro. El resultado es un plato reconfortante, lleno de sabor y con una textura de ensueño, como de restaurante.
Esta es la técnica rápida y fácil para pelar y desvenar chiles poblanos
- Colócalos directamente sobre la flama de la estufa, en un comal o sartén de hierro, o bien en el horno bajo el modo “broil”.
- Gíralos constantemente hasta que la piel esté completamente quemada y con apariencia de ampollas.
- En cuanto estén asados, mételos de inmediato en una bolsa de plástico o cúbrelos con un trapo de cocina limpio.
- Déjalos reposar 10 a 15 minutos para que el vapor afloje la piel.
- Retira la piel con los dedos o con ayuda de una cuchara. Evita usar agua corriente, ya que quita parte del sabor ahumado (si quieres, puedes usar solo un poco de agua para retirar restos quemados).
- Haz un corte longitudinal de arriba hacia abajo.
- Con cuidado retira las venas blancas y las semillas con los dedos o con una cuchara.
- Si el chile será para relleno, procura no abrirlo de más para conservar la forma.
- Licúa las rajas de poblano, el cilantro, la leche, el caldo de pollo, los dientes de ajo, el queso crema, sal y pimienta. Procesa hasta obtener una mezcla lo más homogénea posible. Pasa esta salsa por un colador fino, presionando muy bien con una cuchara para extraer todo el líquido y dejar atrás los restos fibrosos. Queremos una salsa tersa y sedosa. Reserva.
- En una sartén honda o cacerola de fondo grueso, calienta el aceite de oliva junto con la mantequilla a fuego medio. Una vez que la mantequilla se derrita y burbujee suavemente, agrega la cebolla picada. Cocina, removiendo ocasionalmente, hasta que esté transparente y tierna, sin que se dore (aproximadamente 5 minutos).
- Añade el arroz arbóreo a la cebolla. Sofríelo por 2-3 minutos, removiendo constantemente, hasta que los granos se vuelvan ligeramente translúcidos en los bordes y emitan un suave aroma tostado. Este paso es crucial para sellar el almidón.
- Vierte un cucharón grande de la salsa de poblano caliente sobre el arroz. Extiende el arroz en la sartén y déjalo que absorba el líquido, removiendo suavemente de vez en cuando. A medida que el líquido se evapore y el arroz casi se seque, añade otro cucharón de salsa. Repite este proceso, cucharón a cucharón, removiendo con paciencia. Es importante no añadir todo el líquido de golpe, la fricción y la adición gradual liberan el almidón necesario para la cremosidad.
- Continúa añadiendo salsa y removiendo por unos 18-20 minutos, o hasta que el arroz esté cocido pero aún firme al centro (al dente). Si te quedas sin salsa y el arroz aún no está listo, puedes continuar la cocción añadiendo un poco más de caldo de pollo caliente o incluso agua.
- Cuando el arroz esté en su punto, retira del fuego. Incorpora los granos de elote cocidos y el queso rallado. Remueve vigorosamente. El risotto debe tener una consistencia muy húmeda y untuosa; si está demasiado espeso, puedes añadir un chorrito más de caldo o leche hasta obtener la fluidez deseada. Al servir, debe "extenderse" delicadamente en el plato
- Sirve tu risotto de poblano inmediatamente en platos hondos. Decora cada porción con una cucharada de crema ácida y espolvorea generosamente con cilantro fresco picado.
Imagen/ Directo al Paladar / Gemini
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