Si alguna vez has preparado pan de muerto casero, seguro sabes que uno de los mayores retos está en lograr que los huesos, esas tiras decorativas de masa que van encima, se mantengan firmes durante el horneado. Muchos terminan despegándose o deformándose, pero existe un truco de panaderos que soluciona este problema de forma sencilla: el pegamento de manteca vegetal.
Este preparado actúa como una especie de cemento comestible que mantiene unidos los elementos decorativos del pan mientras se hornea, sin alterar el sabor ni la textura de la masa. Es económico, rápido de hacer y marca la diferencia entre un pan con acabado profesional y uno que se desarma.
Qué es el pegamento de manteca vegetal y por qué funciona
El pegamento de manteca vegetal es una mezcla espesa elaborada con manteca vegetal, harina y un poco de agua. Su función es crear una unión resistente entre las piezas de masa antes de hornearlas, evitando que los huesos se despeguen cuando el pan crece por efecto de la levadura y el calor.
A diferencia del huevo o el agua, este pegamento no se evapora ni se endurece demasiado, lo que garantiza que las piezas decorativas se mantengan en su sitio durante todo el proceso.
Pegamento de manteca vegetal. Foto generada con inteligencia artificial Gemini
Un secreto que usan los panaderos tradicionales
Algunos panaderos también añaden una pizca de azúcar glass o fécula de maíz para reforzar la mezcla, especialmente cuando trabajan con masas más húmedas. Este truco ayuda a mantener la forma del pan de muerto y da un acabado más limpio a la decoración.
Un pan de muerto perfecto y bien formado
Gracias a este sencillo truco, tu pan de muerto casero conservará su forma tradicional: redondo, suave y con los huesos perfectamente adheridos. El pegamento de manteca vegetal es uno de esos secretos de cocina que pocos comparten, pero que garantizan un resultado digno de panadería artesanal.
Pan de muerto tradicional. Foto: Freepik
- En un tazón pequeño, mezcla la manteca vegetal con la harina hasta obtener una pasta uniforme.
- Añade el agua poco a poco, removiendo hasta que logres una textura cremosa pero espesa.
- Con la ayuda de una brocha o tus dedos, unta una pequeña cantidad del pegamento sobre el lugar donde colocarás los huesos del pan.
- Coloca las tiras de masa, presiona ligeramente y deja reposar antes de hornear. Evita usar demasiado, ya que podría afectar la cocción de la superficie.
- Esta cantidad es suficiente para 2 o 3 panes de muerto medianos.
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Imágenes: Directo al paladar, creada por inteligencia artificial Gemini
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