La cocina es, sin duda, el lugar en el que pasamos más tiempo en casa: aquí preparamos nuestros alimentos mínimo tres veces al día y, aunque sea un lugar acogedor y una fuente de inspiración, la cocina puede convertirse en un espacio inseguro si no tomamos ciertas precauciones básicas para mantener a raya cualquier tipo de accidentes.
Más allá de mantener especial atención a las normas de higiene, también existen ciertos hábitos que debemos evitar mientras estamos cocinando para eliminar la posibilidad de sufrir algún accidente o complicación, como una intoxicación por contaminación cruzada, por ejemplo.
Seguro debes de tener en mente ya algunas reglas básicas, como siempre tomar ollas y refractarios del horno con guantes térmicos, no dejar los cuchillos al alcance de los niños o mantener limpio el piso, libre de derrames líquidos u objetos que nos puedan hacer tropezar. Pero te compartiremos otras cuantas consideraciones que debes de tener en cuenta para evitar accidentes en la cocina.
Normas básicas de higiene en la cocina
Lava bien tus manos antes y después de preparar tus alimentos.
Lavar y limpiar muy bien los alimentos, ingredientes y utensilios que utilizaremos.
Siempre lleva el cabello recogido; no sólo por higiene (no hay nada más desagradable que encontrar un cabello en tu comida) también se puede atorar en algún sitio y causar un accidente.
Mantén las superficies de preparación limpias. Es imposible evitar que algo se chorree en la cocina cuando la utilizas, pero sí es importante mantener limpias las superficies en todo momento. Especialmente si se moja el piso, porque puede generar resbalones.
No utilices la misma tabla de cortar para todo. Aparte de que esto puede dejar tu fruta con sabor a cebolla, puede que si utilizas la misma tabla para cortar pollo o carne cruda en otros alimentos, te arriesgas a sufrir una contaminación cruzada por las bacterias que los cárnicos contienen.
No guardes alimentos sin protección. Nunca debemos dejar frutas, vegetales o algún alimento sin protección directamente en el refrigerador. Además de que corres el riesgo de que la temperatura queme la superficie, cambie su color y sabor, esto acelerará la descomposición de tus alimentos.
Recomendaciones de seguridad
No uses ropa suelta (mangas largas, camisetas flojas, batas de holanes) porque pueden engancharse en superficies que tengan comida caliente encima o en algún instrumento punzocortante y herirte. Procura usar ropa ajustada y que permita moverte libremente y, de preferencia, con un mandil encima.
Aleja los objetos inflamables de la estufa.
Nunca debemos de utilizar spray o aerosol cuando esté alguna hornilla encendida.
Mantén el espacio bien ventilado.
De preferencia, debemos usar las hornillas internas de la estufa. De la misma forma, debemos mantener los mangos y las agarraderas "hacia dentro", para evitar que se atoren o caigan de un empujón.
Destapa las sartenes y ollas lejos de ti, ya que el vapor debería de estar tan caliente que podría quemarte.
Este es un consejo básico, pero nunca está de más recordarlo: cuidado con salpicar agua en algún sartén en el que estés calentando aceite. No queremos que el aceite salte y nos queme, porque duele muchísimo y puede ser muy peligroso.
Nunca eches agua fría a una sartén caliente, ya sea porque: 1) estás cocinando algo muy caliente y la receta requiere agua (Por ejemplo, al preparar caramelo) o 2) porque terminaste de cocinar y quieres lavar inmediatamente el sartén. En ambas situaciones se produce un choque térmico que, en el primer caso hará que salpique el contenido y te quemes; en el segundo caso puede dañar el metal de tu sartén, provocando que se deforme o que se despegue el revestimiento antiadherente, que se terminará pegando en tu comida.
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