Aprende a condimentar fajitas de pollo para que a la hora de la comida disfrutes de unas fajitas jugosas y ricas de un sabor inigualable. Te daremos nuestros mejores consejos y una receta básica que puedes preparar hasta en menos de 15 minutos.
Las fajitas de pollo son un tipo de corte de carne sacado de las pechugas del pollo comúnmente, pero también se pueden hacer de los muslos o de partes que concentren un buen pedazo de carne. Como tal no hay una medida exacta de grosor y longitud, solo es una tira de unos 3 centímetros de grosor y unos 10 de largo.
Eso sí, las fajitas no se recomienda que se hagan de las pechugas ya aplanadas porque a la hora de cocinar -sobre todo a la plancha- se pueden desbaratar. Lo recomendado es que cuando se sacan los filetes de la pechuga se hagan los cortes a lo largo, aunque hay personas que lo hacen en cubitos y es lo mismo. Para evitarte complicaciones, en la pollería pide tus pechugas de pollo en fajitas, y listo.
Consejos para cortar tú mismo las fajitas de pollo
En la pollería pide filetes de pechuga o muslos de pollo sin aplanar.
Con unas tijeras para cocina corta los filetes a lo largo de aproximadamente un dedo de largo y del ancho del mismo para que los sabores del sazonador se penetren sin dificultad.
Si por alguna razón no pediste la pechuga en filetes, con ayuda de un cuchillo separa la carne del hueso y con la parte más filosa ve rebanando la pechuga para que quede a la mitad del grosor inicial, posteriormente realiza los cortes a lo largo y ancho con el tamaño que desees.
Consejos para preparar fajitas de pollo jugosas y ricas
El secreto para que las fajitas de pollo queden jugosas, pero crujientes (personalmente mis favoritas) es incluir en el sazonador o marinador un poco de aceite de oliva. Así la humedad no se pierde solo en los ingredientes secos.
Espera a que la plancha esté bien caliente antes de colocar las fajitas. Así se sella la superficie rápidamente, reteniendo los jugos.
Deja que se cocine sin moverlo durante 2-3 minutos por lado para que se forme el dorado adecuado y que la carne no suelte sus jugos en su totalidad.
Si no vas a comer las fajitas de inmediato, tápalas con papel aluminio para que conserven su jugosidad.
Vierte los ingredientes secos en un tazón amplio, todos menos el ajonjolí.
Salpimenta las fajitas de pollo por ambos lados.
Exprime el jugo de limón y el aceite de oliva en cantidad suficiente para que las fajitas estén ligeramente impregnadas. Revuelve bien y deja reposar unos 15 minutos.
En un sartén bien caliente vierte las fajitas una por una para darles espacio de dorarse. Déjalas un par de minutos por cada lado y antes de retirarlas espolvorea las semillas de ajonjolí. Retira del fuego y disfruta.
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