Los champiñones son posiblemente esa variedad de hongos que más consumimos. Es muy sencillo encontrarlos en cualquier supermercado, tienda o verdulería y son relativamente económicos. Además, su sabor suave y delicado se puede adaptar a una infinidad de platillos, entre los que se pueden disfrutar como guarnición, acompañamiento, para preparar salsas y sopas y hasta como plato fuerte. En esta ocasión te compartiremos una de las recetas más sencillas pero con mucho sabor con las que puedes preparar champiñones para acompañar tus alimentos: champiñones salteados al ajo y mantequilla.
Esta deliciosa receta es una buena manera de incorporar vegetales a nuestra dieta, además se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Hasta el menos experto en la cocina puede preparar un salteado de champiñones bastante prolijo.
Puedes servirlo como acompañamiento de alguna carne o plato fuerte, como relleno en algún sandwich o en tacos con tortillas calientes. Cualquiera de estas opciones te volará las papilas gustativas.
¿Se tienen que lavar los champiñones para cocinar?
Cocinar champiñones no es nada difícil, pero tiene su maña a la hora de limpiarlos. Por ejemplo, muchas personas no recomiendan lavar o dejar remojando los champiñones porque por su textura y porosidad, suelen absorber parte del agua y terminan aguados y batiéndose en el sartén.
Aunque te parezca una mejor idea no lavarlos, tienes que recordar que siempre puede existir el riesgo de una intoxicación alimentaria, así que los expertos recomiendan enjuagarlos rápidamente en agua a temperatura ambiente y limpiando el resto de la suciedad con un paño. Si vas a lavar una buena cantidad de champiñones, lo mejor es que coloques por tandas en un colador y enjuagues en grupos pequeños, pero sin exponerlos al agua mucho tiempo.
La opción más sencilla es simplemente limpiar los champiñones con un trapo limpio y ligeramente húmedo. Ten mucho cuidado de no romperlos.
Otra técnica muy funcional, pero tal vez un poco más tardada, que nos han heredado las abuelitas es pelar los champiñones. Basta con que tomes un pedazo de la piel que recubre el sombrero y que, con mucho cuidado y poco a poco, vayas retirando la piel. Esta técnica es ideal para preparar sopa de champiñones. Si te parece más cómodo, también puedes utilizar un pelapapas.
Esta receta de champiñones salteados estará lista en un santiamén. Primero basta con que limpies tus champiñones. Cortamos en rebanadas y reservamos.
En un sartén mediano ponemos a calentar una cucharada de mantequilla a fuego bajo. Cuando esté liquida y dorada, agregamos media cebolla cortada en cubitos o en julianas. Sofreímos a fuego bajo por 5 minutos hasta que cambie de color. En cuanto la cebolla quede transparente, agregamos el diente de ajo cortado en trozos muy pequeños, o pulverizado con un extractor de ajos. Revolvemos bien, dejando que se aromatice.
Dejamos cocinar por dos minutos y agregamos otra cucharada de mantequilla y vertemos los champiñones en rodajas. Incorporamos y revolvemos bien para que se incorporen todos los sabores.
Cocinamos a fuego medio-bajo sin dejar de remover, hasta que reduzcan su tamaño y estén tiernos. (Ten en cuenta que reducirá al menos la mitad de su cantidad).
Sirve mientras sigan calientes.
