Sin duda, el tema de lo que un bebé debe de comer como primer alimento sólido, es un gran debate entre mamás, abuelas, suegras y pediatras. Unos dirán que lo ideal es empezar con verduras y después con frutas. Con papillas hechas en casa o mejor cereales fortificados ya preparados. Imagínate, si existen diferencias dentro de una misma familia ¿qué diferencias habrá en el mundo? Te invito a un breve recorrido por el mundo con los primeros alimentos de los bebés.
Empecemos el recorrido en el continente asiático. El primer alimento sólido de un bebé vietnamita, seguramente será una sopa bastante sustanciosa. Son sopas con mucha fibra, sazonadas con salsa de pescado y huesos de cerdo para darle sabor, llevan camarón molido o en pequeñas rebanadas, papas, zanahorias y calabaza. A parte de todos estos ingredientes, algunos también le agregan cereal a la sopa infantil.
A partir de los cuatro meses de edad, en China, se sustituye la leche materna por platos de arroz acompañados de pescado, zanahorias, algas y huevo. También juega un papel importante la sopa de pollo con calabaza, carne molida de cerdo y berenjena machacada.
A los 100 días de su nacimiento, los bebés japoneses son introducidos al ingrediente que formara la base de su dieta: el arroz. El platillo se conoce como okayu y básicamente es una papilla de arroz que se va adaptando al desarrollo del bebé. Empieza siendo muy líquida para que los bebés de 5-6 meses la puedan comer, y cada vez se va haciendo más sólida hasta llegar al conocido arroz japonés al vapor, gohan. En ocasiones le agregan pescado deshidratado y vegetales.
En India, después de que los bebés se acostumbran al cereal de arroz y al puré de arroz, se les da khichdi, un tradicional platillo vegetariano a base de arroz, lentejas y vegetales, condimentado con muchas especias como comino, cilantro, menta, pimienta, cúrcuma y/o canela. Además de todo el aporte de proteínas y nutrientes, este platillo es una buena forma de introducir a la dieta de los bebés la muy condimentada comida hindú.
La primera incursión de un bebé tibetano en el mundo gastronómico, comienza cuando cumple cuatro días de nacido. Se coloca un pedazo de zamba en la frente del bebé como ritual de purificación. En ese momento, el bebé no come la comida, es solamente algo simbólico. Zamba es la comida tradicional de los tibetanos. Se mezcla cebada, trigo, maíz y chícharos, después se fríen y se muelen para formar una harina. Al final se mezcla con mantequilla de yak y té.
Ahora nos transportamos a Europa, y empezamos con el país reconocido mundialmente por su comida: Francia. Desde pequeños a los bebés franceses se les inculca el amor por la comida. Siendo bebés, son expuestos a una amplia variedad de sabores y texturas; componentes básicos para una dieta variada, equilibrada y saludable. Los vegetales son los primeros ingredientes sólidos que los franceses buscan darle a sus hijos. Entre los alimentos recomendados por los pediatras franceses están las sopas y purés de poro, endibias, espinacas y betabel.
Más al norte, en Suecia, el välling es conocido como el líquido de los vikingos y es el primer platillo, después de la leche materna, que prueban los bebés suecos. Es un cereal que se prepara en los biberones, está hecho a base de trigo con una consistencia similar a la avena caliente. Contiene aceite de palma, aceite de canola y leche en polvo.
En África tenemos como ejemplo a Kenia. A partir de los seis meses de edad, se les prepara un puré de camote. El 85% de los bebés kenianos presentan deficiencia de vitamina A, que ocasiona un sistema inmune débil y ceguera infantil. El camote es un vegetal rico en nutrientes que contiene un gran porcentaje de vitamina A. Además es fácil de digerir y tiene un sabor dulce que es ideal para los bebés.
Terminamos en América con México. Aunque nosotros estemos muy acostumbrados a nuestras tradiciones, en otros países les pueden parecen raras. Algo que en otros países llama la atención, es que desde una edad muy temprana se introduce el chile piquín y el limón mexicano en la dieta de los bebés, generalmente acompañando frutas como manzanas y naranjas. En nuestro país también es común darles de beber a los bebés, té de manzanilla o hierbabuena para ayudar con los cólicos, en algunos países se piensa que los tés pueden presentar toxicidad y alergias.
A pesar de las diferencias, lo que creo que es importante recalcar es que los padres se preocupen por darles a sus hijos comida natural y sana. Rescatar las tradiciones típicas de su país de origen e incorporar comidas que han demostrado ser beneficiosas en investigaciones recientes. Al final, una comida preparada en casa siempre es mejor que una comida preparada en una fábrica.
Vía | The Daily Meal
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