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Tu postura impacta la forma en que percibes y saboreas la comida: Journal of Costumer Research

Tu postura impacta la forma en que percibes y saboreas la comida: Journal of Costumer Research
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Por raro que parezca, la costumbre arraigada que tenemos los mexicanos de comer tacos al pastor parados a un costado del puesto callejero de nuestra preferencia, podría impedir que se disfrute todo el sabor de la orden que tenemos entre manos. La ciencia ya lo dijo: tu postura sí afecta cómo percibes la comida.

Un estudio reciente publicado en el Journal of Costumer Research, de la Universidad de Chicago, dio a conocer que todo sabe mejor si se prueba sentado. De acuerdo con Dipayan Biswas, el principal investigador del proyecto, lo que explica todo esto es la conexión directa que existe entre el sentido del gusto y otro llamado vestibular, que es responsable del equilibrio, la postura y la orientación espacial.

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La explicación científica es la siguiente: mantener una postura de pie por unos pocos minutos provoca estrés físico, y eso duerme un poco a las papilas gustativas. Esto debido a que, cuando uno se encuentra parado, la fuerza de la gravedad empuja la sangre a las partes inferiores del cuerpo, haciendo que el corazón trabaje más para bombear la sangre a la parte baja del cuerpo.

El resultado es una aceleración de la frecuencia cardiaca. Esto aumenta las concentraciones de la hormona del estrés llamada cortisol, y altera la forma en que percibimos el sabor, la temperatura y el volumen de los alimentos.

Después de realizar varios experimentos, Biswas encontró que cuando las personas no se encuentran en una postura cómoda los alimentos que normalmente les gustan no les parecen tan sabrosos. A su vez, los que de por sí no saben tan bien les pasan desapercibidos. Esto no ocurre con las personas que están sentadas. Con ellas pasa todo lo contrario.

Este hallazgo encierra muchas ventajas. Una de ellas es que los padres de familia que tengan problemas para que sus hijos pequeños consuman comidas nutritivas, pero no tan deliciosas, puedan aplicar el truco de hacerlos estar parados para que no perciban del todo el sabor real. Otra podría ser cuando a alguien le toque tomar un medicamento desagradable, y haga todo por disminuir el impacto del mal trago.

En tanto que el resultado de este descubrimiento científico pueda aplicarse a otros ámbitos, vale la pena reflexionar: ¿de cuánto nos hemos perdido por comer con prisa y sin sentarnos?

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