Cuando se trata de comida, restaurantes y antojitos, algo que siempre está tras bambalinas son las envolturas, empaques, recipientes y utensilios de comida para llevar. Y sabemos que ha sido todo un tema de conversación los plásticos de un solo uso en la industria restaurantera: que si ya no deberían usarse, que se soliciten empaques reutilizables, que sean de materiales biodegradables y muchas otras alternativas que parecen no rendir frutos.
Recientemente ha llegado al mercado restaurantero una nueva opción sustentable de envolturas de comida rápida: esta vez es una alternativa libre de acrilato y flour, que pretende ser la nueva solución sustentable para empacar comida rápida en el mundo.¿Será que esta vez sí se logre?, ¿o tendremos los mismos resultados que los plásticos de un solo uso compostables?
¿Envolturas Kosher?
Grupo Kosher en Alemania fue el creador de la propuesta, la cuál fue lanzada en octubre de 2022. ¿De qué trata esta alternativa? Es un papel sustentable, resistente al aceite y a las grasas, que se utilizan en la comida rápida. El atributo que la hace especial es su característica es dejar a un lado el uso de acrilato lo que además de la sustentabilidad tiene menos gramaje, que hace que sea más fácil de transportar y empacar.
El acrilato pertenece a la familia de los polímeros que se utiliza para dar un color metálico a los cueros, resinas, revestimientos textiles de plástico y papel, que se utiliza al empacar comida como las típicas hamburguesas, hotdogs y mucho de lo que pedimos para llevar.
Con este desarrollo más a fondo tenemos un empaque sustentable para comida rápida que se las arregla totalmente sin acrilato y sin un recubrimiento de químicos de flúor, ofreciendo al mismo tiempo la misma funcionalidad”.
Esta innovación tiene el propósito de que el aroma de los alimentos, la grasa, aceites minerales y hasta el oxígeno no se pierda a la hora de empacar, pero con la característica de siempre aportar sustentabilidad para tener un mercado más ecológico.
Anteriormente, las alternativas que nos ofrecían como consumidores fueron una gran esperanza al emplear popotes de agave, de hueso de aguacate, cubiertos de bambú, envolturas recicladas y, sobre todo, no dejábamos de leer por todos lados las palabras compostable y biodegradable. Pese a que suena a algo realmente práctico para la problemática mundial, de primera mano no nos detuvimos a leer las condiciones en letras chiquitas de dichas alternativas.
Algunas personas nos sentimos desilusionadas al saber que las propiedades compostables y biodegradables de muchos de estos utensilios, envolturas y envases, solo se llevaban a cabo en condiciones ciertamente industriales, a temperaturas y condiciones de suelo muy específicas. ¿Cómo lo notaron?, al pasar el tiempo desde que se enterraba tu tenedor compostable y escarbabas para ver el progreso de este mismo, era evidente a la vista que parecía no haber sufrido ningún proceso de degradación, muchos usuarios de internet compartieron sus experiencias en video. ¡Fuimos timados!
Tal vez no fuimos timados, pero como remarca la PROFECO; algunas marcas no cumplen con lo que prometen o nos dejan espacios en blanco de información y de esta forma no sabemos el proceso adecuado que logra hacer compostables o biodegradables ciertos productos. Esperemos que esta nueva alternativa logre aminorar el impacto ambiental de la industria restaurantera y de la comida para llevar.
