No importa que Diana Kennedy naciera en un país extranjero, cuando se le preguntaba de dónde venía, ella siempre explicaba que tenía raíces extranjeras pero que su corazón pertenecía a México por completo. Curiosa por naturaleza, a esta mujer la conquistó la cultura gastronómica de este país, protagonista de sus numerosos libros de investigación que tuvieron como tema principal la cocina que se elaboraba detrás de los fogones de los numerosos rincones culinarios del terruño mexicano. Hoy el mundo de la gastronomía y de las letras están de luto, pero en su legado, se queda viva una parte importante de la cocina tradicional mexicana y del corazón de una herencia prehispánica culinaria.
Diana Kennedy falleció a los 99 años de edad en su casa ubicada en La Quinta Diana en Zitácuaro, Michoacán, un rinconcito edificado con todos los principios de su propia filosofía vital: siguiendo el ejemplo de sustentabilidad, conservación de la naturaleza y biodiversidad. Esta noticia se dio a conocer en primera instancia a través de la cuenta de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal de México:
Desde @CencalliCultura despedimos a Diana Kennedy, cuya vida fue dedicada a descubrir, recopilar y preservar la riqueza de la cocina mexicana. Eligió Zitácuaro para construir su finca, la Quinta Diana, ejemplo de sustentabilidad y conservación de la naturaleza y la biodiversidad. pic.twitter.com/O9dotc4h44
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) July 24, 2022
Era común que el nombre y la esencia de esta investigadora —de raíces extranjeras pero de espíritu mexicano—, protagonizara un sinfín de conversaciones relacionadas con la investigación gastronómica mexicana y en sus crónicas describía con pasión, los numerosos viajes y traslados a los mercados mexicanos, en donde buscaba y seleccionaba con gran ahínco, los ingredientes endémicos mexicanos para recrear y documentar procesos y técnicas que numerosos cocineros y cocineras tradicionales mexicanos preservan en sus familias como un valioso tesoro que se transmite de generación en generación.
A Diana se le conocía como la "inglesa más mexicana", ya que fue una de las precursoras de la investigación y la documentación de la cocina tradicional mexicana. Ella —como pocos—, entendía la importancia de la preservación y la conservación de la naturaleza, de la importancia de usar y conservar los ingredientes en su forma natural para continuar con la elaboración de platillos que son propios de una deliciosa cocina ancestral.
Un adiós con grandes reconocimientos...
El reconocido Club Vatel, rindió homenaje a la investigadora; al mismo tiempo, prestigiosos chefs como Gabriela Cámara y Eduardo García, entre otros, escribieron mensajes en su honor:
El fallecimiento de la maestra Diana Kennedy impactó por completo a la comunidad gastronómica y literata de México. Numerosos medios de comunicación se sumaron a las condolencias y al mismo tiempo, al reconocimiento de esta gran mujer que la mayoría de su vida la dedicó a la investigación.
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