Cristina Díaz
Editora en JefeMás de 12 años de experiencia en medios digitales y redes sociales. Enfocada en lo soft news y viral.
Si pensabas que para lograr unas buenas pechugas empanizadas el huevo era indispensable, esta receta viene a romper ese mito. Empanizar sin huevo no solo es posible, sino que además puede dar como resultado un pollo jugoso por dentro, dorado por fuera y lleno de sabor. El secreto está en un ingrediente inesperado pero muy común en la cocina mexicana: la media crema.
Este truco lo aprendí gracias a una amiga que no consume huevo y que, aun así, nos sorprendió con unas pechugas empanizadas espectaculares, acompañadas de un espagueti blanco con queso. El resultado fue un platillo delicioso y súper consistente. Nadie en la mesa notó la ausencia del huevo, y eso lo dice todo.
El truco para empanizar sin huevo
Durante años nos enseñaron que el huevo era el paso obligatorio para empanizar.
Sin embargo, la media crema cumple perfectamente esa función: se adhiere bien a la carne, aporta cremosidad y ayuda a que el pan molido se pegue sin problema. Además, al combinarla con especias, el sabor se potencia desde el primer paso.
En un recipiente amplio, mezcla la media crema con la sal con ajo y la paprika. Agrega las pechugas de pollo y muévelas bien hasta que queden completamente cubiertas. La clave es que la media crema forme una capa uniforme que funcione como base del empanizado, sin escurrir en exceso.
En otro recipiente, coloca el pan molido y sazónalo con sal con ajo, paprika y pimienta negra. Mezcla muy bien para que el empanizado quede bien condimentado desde el inicio.
Pasa cada pechuga directamente del tazón de la media crema al pan molido. Presiona ligeramente para que el empanizado se adhiera por ambos lados.
Calienta suficiente aceite en un sartén y fríe las pechugas a fuego medio hasta que estén bien doradas por fuera y perfectamente cocidas y jugosas por dentro.
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Así de fácil puedes dejar el huevo a un lado y usar media crema como sustituto. El resultado son unas pechugas empanizadas crujientes, sabrosas y aptas para quienes no consumen huevo. Te aseguramos que nadie notará la diferencia.
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