Las aguas termales escondidas entre cañones en Querétaro ideales para escapar del frío de diciembre

Diciembre es ideal para darte una mini vacaciones y descansar. Si estás buscando qué hacer estas semanas y escapar del frío, te tendemos el lugar ideal. Para darte una idea, en este lugar encontrarás clima templado y un plan diferente lejos de la ciudad, en Querétaro existe un rincón casi secreto perfecto para reconectar con la naturaleza. Se trata de Xidhí, una pequeña comunidad ubicada en los límites con Hidalgo, muy cerca de la presa Zimapán, donde se esconden pozas naturales de agua termal rodeadas de cañones imponentes. Un paisaje que deja claro por qué esta zona del semidesierto queretano se ha convertido en una joya para los amantes del ecoturismo.

Xidhí, un microdestino termal entre montañas

A solo 30 minutos del Pueblo Mágico de Cadereyta, el poblado de Xidhí conserva una esencia tranquila y casi intacta. Aquí no hay desarrollos turísticos masivos ni filas interminables: la comunidad administra el acceso para mantener el equilibrio del ecosistema, así que el ambiente es silencioso, limpio y perfecto para quienes buscan un descanso auténtico.

El atractivo estrella son sus aguas termales de alrededor de 30 °C, que brotan en medio de cañones altos, creando una especie de alberca natural con tonos esmeralda. Sumergirte ahí es una experiencia que mezcla relajación total con un paisaje espectacular. Además del chapuzón, puedes recorrer senderos con vistas panorámicas o tomar un paseo en lancha por el río que atraviesa la zona.

El Aguacate: la joya escondida entre los cañones

El Aguacate

La visita obligada en Xidhí son los manantiales conocidos como El Aguacate, un conjunto de pozas cristalinas ubicadas en la parte baja del cañón. Su nombre proviene de los árboles de aguacate que solían crecer en los alrededores, antes de que el incremento del caudal por la presa Zimapán modificara el paisaje. Hoy, algunos troncos sumergidos siguen recordando la antigua vegetación.

Para llegar, es necesario tomar una lancha desde el muelle de Xidhí. El trayecto cuesta 200 pesos por persona (ida y vuelta) e incluye un recorrido tranquilo por el río, perfecto para admirar las paredes rocosas que rodean el cañón. Una vez ahí, las pozas color esmeralda y la gruta natural que se formó entre las rocas hacen que la visita valga completamente la pena.

Lo que debes saber de El Aguacate y Xidhí para disfrutar

• El acceso a Xidhí cuesta 100 pesos, y todo se paga en efectivo.

• Si amas el senderismo, puedes llegar a El Aguacate caminando por un sendero de alrededor de hora y media, en lugar de tomar la lancha.

• No se permite ingresar comida a las pozas, pero junto al río encontrarás palapas que venden platillos locales.

• Por protección al ecosistema, está prohibido el uso de bloqueador, cremas o repelentes químicos. Lleva gorra, sombrero o ropa fresca para cubrirte del sol.

• Y por supuesto: llévate tu basura, respeta la flora y fauna y sigue las indicaciones de la comunidad.

Esta es una gran opción para escapar de la rutina, cerrar el año viajando, conectar con la naturaleza y maravillarte de todas las cosas que tiene México. ¿Te lanzarás?

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