Seguro que lo has escuchado en innumerables ocasiones. Es más que probable que se haya hecho así en tu casa toda la vida y que lo aprendieras de tu mamá o abuela. Quizá es un truco que te contó una vecina o lo leíste en alguna revista o web. Pero no por repetido y común el supuesto truco de limpiar con bicarbonato y vinagre es menos recomendable o inútil. Puede tener incluso sus riesgos.
En primer lugar, como ya hemos comentado al explicar cómo desinfectar alimentos, jamás deben utilizarse con la idea de que esa mezcla tiene poder desinfectante, si eso es lo que nos preocupa.** Lo único que desinfecta son los productos diseñados específicamente para ellos**, y solo se deben usar en contacto con alimentos aquellos aptos para la tarea, como la lejía correctamente diluida.
Por muy natural que sean el vinagre y el bicarbonato -aunque no dejan de ser sustancias químicas-, ni desinfectan ni tampoco tienen efecto detox en nuestro organismo si los ingerimos -repitámoslo una vez más: lo detox no existe y es un timo-. Y tampoco son útiles para limpiar nada, al menos juntos.
Qué ocurre al mezclar vinagre con bicarbonato
Repasemos la química básica. El bicarbonato sódico común que compramos en cualquier súper es una base, mientras que el vinagre contiene ácido acético, es un ácido. Al combinar una base con un ácido obtenemos una reacción química muy divertida para hacer experimentos caseros, pero que debe ser controlada.
Como explican en Maldita, lo que se produce es una mezcla de acetato de sodio (un tipo de sal), agua y dióxido de carbono, generando ese burbujeo gaseoso tan característico. Amanda Morris, directora asociada del departamento de química de Virginia Tech, lo denomina en The Kitchn 'agua glorificada'.
El vinagre, ácido, cede un protón de hidrógeno al bicarbonato, base. Y este, al ganar ese protón, lo transforma en ácido carbónico o H2CO3. Este ácido carbónico es muy inestable y se va descomponiendo, produciendo agua, dióxido de carbono -las burbujas- e iones de acetato y sodio.
Por qué la mezcla no sirve para limpiar
La única ventaja que tiene esta mezcla la proporcionan esas burbujas en el momento en que se produce la reacción, y solo por el movimiento mecánico de estas, no porque tenga poder limpiador. Y en cuanto desaparece el burbujeo, nos quedamos con una mezcla bastante inútil, que esencialmente es agua.
Dejar a remojo un recipiente con bicarbonato y vinagre, como los típicos tuppers con restos de comida o manchas, no sirve de nada y podrían incluso dañar algunos materiales. El bicarbonato es el componente que más nos interesa para limpiar, por lo que resulta más útil emplearlo solo creando una especie de pasta, pero con agua, no con vinagre. Agregar un ácido solo reduciría su poder de limpieza.
Es más eficaz limpiar con bicarbonato y vinagre usándolos separados
Así pues, es mucho mejor usarlos por separado. El bicarbonato de sodio con agua es útil especialmente para combatir los restos de grasa, mientras que el vinagre puede ayudar para las manchas de cal y surcos de aguas duras, y es más eficaz si se calienta. Y si queremos desinfectar, hay que recurrir a un producto limpiador desinfectante.
Puede ser divertido contemplar la reacción química que se produce al mezclar vinagre con bicarbonato, pero siempre con cuidado y en cantidades moderadas, ya que es una reacción muy violenta. Si se hace en espacios o recipientes pequeños cerrados podría dar lugar incluso a una explosión.
Artículo original de Liliana Fuchs publicado en DAP
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